Como todo en la vida las últimas horas previas a la barca son las del recuento

  Y el recuento es la memoria del viaje annterior.

Responder a los mármoles y a los mausoleos. La miseria es buena, las moscas dignifican la mierda y la privación de hacer y de ser es el podio de todas las libertades. Consagrar el derecho de usurpación de la propia vida y las propias ideas a manos de los saqueadores de todo aunque ellos tengan situaciones acomodadas y uno de privación. Que nada sea tan coherente como los hipócritas que discimulan cuanto quieren en los vaivenes de su atropello, dado que nada hay más bello que el horror de lo que han hecho cuando nada puede ser visto porque nada puede ser visto.

Y que alegría entonces que cuenten con no hacerse cargo, porque poco importa si es o no que una imagen era la persona que decía ser o si en realidad el manejo de lo que con ellas hace. Nada es mío nunca, todo es de quienes me lo quitan siempre. Derecho inalienable de mis acosadores. Desde luego.
Por eso no deben identificarse. Por eso.

Estoy cansado de vivir en mi paraíso. Con enorme alegría le saco el pañal a mi abuelo mientras grita. Cargado de mierda el mismo me llena de placeneros aromas. Mientras tanto, mi abuela profiere frases como qué poca colaboración, qué inútil, y demás, la escena es parecida a la cadena de humillaciones y de locura en la cual uno es insultado y agredido por las personas a las cuales ayuda. Llama al encargado del edificio y putéa. Mientras voy lavándolo, y ni bien termino, saco las sábanas, siempre girando su cuerpo y peleando con el porque por su enfermedad no reconoce a nadie y cuando ya limpio, perfumado y entalcado, se orina otra vez sobre sábanas nuevas antes de que pueda ponerle el pañal. Su remera meada huele también a amoníaco.  En el paraíso, las cosas son así, los buenos en cambio son aquellos que sabiendo perectamente bien la situación en la cual vivo, destinaban tiempo, horas y recursos a ver cómo se hacían de burlas y de atropellos. Podrá sonar ridículo pero es la verdad.

Cargar su cuerpo solo me causó taquicardia. Ya va media hora de operación y me pregunto. ¿Cual es la intención de los que niegan lo que ve el encargado y los vecinos diariamente?
Quzas la taquicardia fue por el tiempo sin dormir, tal vez por ir corriendo de un lado a otro, quizás porque estaba con la pele de la biblioteca encima. Hoy hice lo mjismo que hace años. Mover ese cuerpo, cargar ese cuerpo, yo cargo con todo y por eso los que venían y me andaban de buches pero para qué nunca se sabe.

Yo, de la calidad humana de mis agresores no dudo y nunca dudé.

Todos los cargados de enorme calidad humana ocultan esto en una acción de colosal titulación en ciencias humanas.

Entonces, si por cargar el lomo a todo equino se le vencen las patas, hace falta recordar como fue cada día en mi vida durante todo esto y como es todavía.

Porque ciertamente ni Fernanda ni yo fumábamos al llegar aquí. Y el nazi venía con Gonzalo a fumar todo el tiempo con dinero que le sacaba a la anciana. Y durante eso aparecían las buenas personas con sus acosos a veces relacionados a ellos mismoas otras a Javier y Esteban y otras a otros tantos más muchas veces mencionados.

Nadie duda de las humanitarias intenciones de todos. ¿Quien podría dudar de la gallarda estatura moral y ética de cada uno de ustedes?

El cuerpo del anciano se ampolla, se llena de ampollas negras que revientan en sangre. El lavar semejantes manchas debe ocurrir antes de enviar a la lavandería por los aromas que se mezclan y para alivianar lo que luego de todos modos debe lavarse otra vez.

Aún a sí el otro día hice 40 pesos lavando unos autos por once. La vida y la gente es muy buena conmigo y yo con todos ellos, que sumidos en valores tal altos como los de la abanderada de los humildes a diario me enseñan lo que es ser gente ética.

Esta felicidad que a diario me inunda cuenta a vees con el acoso de algún pitufo que me viene a fastidiar y me sigue algunas cuadras como si fuese yo un delincuente.

No es de extrañar que les desee lo mejor a los que han hecho por mí siempre lo mejor. Han dedicado todos los últimos años en hacerme el bien y tanto bien que ¿cómo podría yo reaccionar mal o desearles mal alguno?

Por eso quiero contar esta historia con todo lo que implica y falta aclarar.

El que se hacía el desvalido, el supuesto víctima, las supuestas víctimas son todos mis victimarios. Por eso se ha ocultado que Gonzalo era dueño de una casa, que solamente por conveniencia ligada a ser encubierto en sus acciones aparecía. Y que como su padre, nunca apareció para otra cosa que aprovecharse. Lo mismo el tal Nicolas y lo mismo cada persona que intervino.

Cualquier kirchnerista que realmente hubiera deseado ayudar e incluso cualquier pinista, pudo comunicarse con Gabriel, de hecho Gabriel va a la cámpora abasto a veces como a veces iba yo a la 26 de julio o a barricada, etc.

Por eso se sabe que mienten. Por ejémplo por eso. Pero al alejarme de sectores involucrados, otras personas y compañeros me han demostrado que esos manejos son solo de algunos, que muchísimos más son los que están en completo desacuerdo con lo que me hacen que los que están avalándolo.