Y contínuamente llegan mensajes en un hacer de cuenta.
Las personas que desconocen no ven que es lo que se hizo para llegar a que ni que el mismo contacto de hermeneuta urbano figura aquí.
Los que festejan.
Los que me joden.
Los que festejan.
El discreto encanto de ser facho
En el salón de actos, un lugar no demasiado grande, desafiando el calor y la humedad platense, se agrupan algunas decenas de personas, la mayoría jóvenes. Es fácil reconocer a los pertenecientes a Tacuara o a la Unes (Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios) por el pelo cuidadosamente engominado, las camisas color kaki, sacos y camperas negras y, en general, por una actitud entre marcial y adusta que encaja perfectamente en un escenario austero, de pobre iluminación y una simple mesa recubierta con un paño verde.
A esa mesa se sienta, solo, el profesor Disandro y comienza su alocución que titula “Respuesta de un aborigen a Toynbee”. Es el largo recorrido por un texto que, si bien lee, da la impresión de saber de memoria.
Arnold Toynbee es un historiador inglés que recorre América latina “vendiendo” su teoría de la necesidad de un gran acuerdo EE.UU.-URSS para salvar a la Humanidad del cataclismo nuclear.
El denso ensayo-respuesta que Disandro lee con voz monocorde ahonda en sus temas dilectos: la Patria como suma de Tierra, Pueblo, Nación y Estado, su defensa como deber y derecho ante el embate combinado de la sinarquía y los poderes imperiales comunistas y capitalistas, la continuidad espiritual con un Occidente helénico, católico preconciliar y respetuoso de la tradición hispánica, y la necesidad imperiosa de combatir por todos los medios al invasor furtivo que intenta conquistar a “la juventud, los institutos de formación de las FFAA y los estamentos intelectuales y religiosos.”
Para Disandro: “El poder de EE.UU. constituye un pseudoimperio, cuya trama capitalista pretende una conducción tecnocrática sobre las viejas y derruidas manifestaciones del liberalismo. El poder soviético, a su vez es otro pseudoimperio, cuya trama socialista-comunista se ha erigido sobre los nefastos resultados de guerras inicuas y de planes siniestros. En ninguno de esos poderes puede confiar en ningún sentido nuestra sufrida tierra; nuestro deber, en cambio, es preservarla, protegerla y transmitirla incólume, como un bien sagrado e intocable.” Y para preservar, proteger, y transmitir, el texto clama por una “guerra total al invasor, consolidación de la justicia entitativa de la Nación, instauración de un estado fundacional, forjado por los argentinos, con la alegre consagración de la tierra argentina.”
Son las palabras finales, alzando por primera vez la voz y acomodándose los anteojos de marco negro, Disandro, cordobés de la Hélade, como se autodesigna en el texto, dice en griego clásico: nun híper pantón agón. Ahora la lucha es el todo por el todo.
Suenan los aplausos, algunas personas se levantan para felicitar a Disandro que –evidentemente poco adicto a las manifestaciones afectivas– agradece con leves inclinaciones de cabeza y algún rápido apretón de manos. Entre los que se acercan a la mesa está Patricio Fernández Rivero, destacado miembro de Tacuara, estudiante de Letras y novio de Hilda Disandro, sobrina del profesor. También está Félix Navazzo, hombre de acción, de aspecto inofensivo con sus lentes de aumento de marco metálico. No falta el metro noventa de Martín Sala con su infaltable camisa kaki y sus ojos saltones brillantes de admiración por el maestro que acaba de tensar aún más la cuerda de un nacionalismo antiliberal, anticomunista y filoperonista que muchos jóvenes platenses de clase media comienzan a abrazar en un escenario político congelado por la dictadura de tintes corporativistas del general Onganía.
Pero, ¿quién es este profesor universitario que deslumbra e inspira a jóvenes militantes de la ultraderecha platense?
Biografía del bodeguero. Carlos Alberto Disandro nació en La Plata el 26 de agosto de 1919, pero cursó sus estudios en el tradicional colegio Monserrat de Córdoba, donde conoció al filósofo Nimio de Anquín, profesor de Lógica y Moral. Destacado representante del integrismo católico cordobés, de Anquín fundó en 1936 la Unión Nacional Fascista para luchar contra el laicismo, el liberalismo y el reformismo universitario. Para él, el nacionalismo “propicia el encaminamiento de la Nación… por el orden y la unidad, religados en autoridad.” Enemigo acérrimo de la democracia liberal, afirma que el Estado argentino no puede revestir forma democrática porque ello implicaría una crisis autodestructora y el abismo de la anarquía o –peor aún– el comunismo.
Con ese bagaje ideológico a cuestas y ya recibido de bachiller, Disandro volvió a La Plata donde se recibió de Profesor en Letras en la Unlp. Después de acceder al doctorado fue nombrado profesor de Lenguas clásicas, cargo que concursó definitivamente en 1947, para recibir el diploma de manos del coronel Perón. También trabajó en la Secretaría de Trabajo y Previsión y fue un activo colaborador en el proceso de reforma universitaria que culminó con la Ley 13.031 en 1947. Esta ley establecía la designación por decreto del Ejecutivo de todo el corpus dirigente y docente de las universidades nacionales, liquidaba la autonomía, prohibía expresamente la actividad política en los claustros y eliminaba la representación estudiantil en los consejos. En la páctica, también se exigían certificados de buena conducta a los alumnos.
En ese ambiente académico y político, Disandro adhirió al peronismo y, como expresa en su excelente ensayo El Papa blanco y sus heraldos negros el abogado y escritor platense Julián Axat, cuyos padres fueron desaparecidos por la dictadura en 1977: “A diferencia de su maestro Nimio de Anquín, de origen claramente aristocrático pero insinuando posturas clericales populistas, el fervor con el que Disandro asume la causa peronista –seguramente– se halla asociado a un genuino origen plebeyo que hasta entonces negó con erudición latina; de allí que le sirva para asumir, legitimar o hacerse reconocer con capacidad para engendrar un pensamiento nacional-popular que cruza lo culto-popular bajo la tríada: a) el clericalismo ultrapatriótico-populista- antisemita (Nimio de Anquín), b) el estudio de las letras clásicas (Marasso) como necesidad de un cristianismo que abreva en los padres griegos (tomismo), c) pensamiento político filosófico del primer peronismo, es decir, La comunidad organizada.
Dejado cesante por la Revolución Libertadora en 1955, Disandro se refugió en la producción intelectual, básicamente en tres planos: el político-filosófico panfletario, el literario y el poético (Axat, op. Cit.). Para difundir su ideario, fundó en 1959 el Instituto de Cultura Clásica Cardenal Cisneros en una vieja casona de la calle 115 entre 60 y 61, donde reunía a sus seguidores y dictaba cursos sobre historia, filosofía, religión y política. Uno de los activos participantes y colaboradores en el Instituto fue el comisario de la Policía Bonaerense Jorge Vicente Schoo, con quien cultivó una amistad pródiga en la producción y difusión de contenidos de formación para universitarios, sindicalistas, militares y policías. Precisamente, Disandro daría conferencias en la Escuela de Policía y años más tarde Schoo participaría en la redacción de un manual de Conducción Policial que estuvo vigente hasta 1997. Fundó también la revista La Hostería Volante, una (mala) traducción del título de la novela The Flying Inn de Chesterton. Allí, Disandro firmaba sus editoriales con el seudónimo de El Bodeguero.
Al igual que el antropólogo nazi de origen francés Jacques de Mahieu, que huyó de Francia para no ser juzgado por colaboracionista y recaló en la Argentina, donde fue mentor de Alberto Ezcurra, fundador de Tacuara y llegó a ser miembro de la Escuela Superior de Conducción del Movimiento Nacional Justicialista, Disandro se relacionó fuertemente con el peronismo y logró visitar a Perón en Puerta de Hierro e intercambiar correspondencia con el General para discutir temas como la sinarquía, el papel de la Iglesia post-conciliar, los infiltrados en el Movimiento y la política internacional.
Fachos de terror. Después de la fundación de la CNU (Concentración Nacional Universitaria) a fines de los ’60 con la jefatura de Patricio Fernández Rivero, los planteos teóricos y filosóficos de Disandro tocan tierra y comienzan a tomar un cariz siniestro: en 1971 una patota de la CNU asesina en Mar del Plata a la estudiante Silvia Filler durante una asamblea universitaria. El 20 de junio de 1973, sus principales dirigentes participan, armas en mano, de la masacre de Ezeiza. En La Plata, comienzan y se multiplican los ataques a los centros de estudiantes, las intimidaciones a los militantes, las amenazas en las asambleas, especialmente a partir de la intervención de la Unlp encabezada por Pedro Arrighi. Para ese entonces, Disandro participaba de reuniones con el arzobispo de La Plata, monseñor Plaza, en las que bajaban línea a varios integrantes de la CNU, como Miradas al Sur reveló oportunamente en la nota “Un infiltrado en la CNU”, la historia de Enrique Rodríguez Rossi, un militante de las Fuerzas Argentinas de Liberación “22 de agosto” (FAL 22) que logró infiltrarse en la banda y relatar sus reuniones, contactos y movimientos. No es menor el hecho de que a partir de 1973, participara también de esas reuniones el segundo jefe del Distrito Militar La Plata, teniente coronel Mario Sila López Osornio, uno de los nexos de la CNU con el Ejército.
Por entonces ya resultaba evidente el proceso de transformación del grupo original de jóvenes tacuaras de mentalidad fascista y sus mentores espirituales e ideológicos en una banda parapolicial al servicio del terrorismo de Estado. Finalmente, la “lucha del todo por el todo” anunciada por Disandro en su respuesta a Toynbee, se convertiría en la caza despiadada y sin cuartel de activistas y militantes populares. En La Plata, el grupo de tareas comandado por Carlos Ernesto Castillo (a) El Indio cumpliría esa tarea hasta las últimas consecuencias.
Advocación
Con María y a los tiros
En diciembre de 1972, Patricio Fernández Rivero era el jefe operativo de la CNU en La Plata y uno de los miembros de la conducción nacional de la organización de la ultraderecha peronista. En ese carácter –y en coincidencia con la celebración del Día de la Ascensión de María– fue convocado a disertar en el Instituto Cardenal Cisneros para explicar “las excelencias de la historia de la Patria por las excelencias de María Santísima”. La breve exposición, reproducida en el número 30 de La Hostería Volante con el título de “El mysterio (sic) de María y la Patria”, es un claro ejemplo de la justificación delirante de la violencia de la banda desde la visión del integrismo católico.
“Debo ser breve y simple, porque así cuadra también al misterioso regir de la Virgen en nuestra historia –dice allí Fernández Rivero–; presencia cierta y ostensible, presencia imbatible y oculta. No podíamos celebrar esta fiesta sin recordar las fases en que nace la Patria, protegida por el manto de la Virgen. Ella, claro está, es donación de España a América, pero es donación particularísima para la Argentina inmortal. (…) La Patria Argentina es pues fundación de María”.
Más adelante señala: “No sólo es motivo sugerente la advocación de Luján, salida de las entrañas hispánicas, afincadas según el piadoso tenor de los recuerdos, en la entraña de tierra americana: la imagen poderosa quiere esta tierra poderosa. (…) Es una nueva conjunción de María con esta tierra incógnita, como algo que la liga en las fases inesperadas de su protección incomparable. En fin, no es sólo la presencia en los ejércitos de Belgrano, San Martín y tantos otros; es la unión sagrada de milicia y religión que halla en María Santísima la justa medida de una guerra justa, la sabia dispensación de una Patria que nace ya gloriosa. Gloriosa, porque querida por María”.
Centenares de víctimas asesinadas impunemente por las patotas de la Concentración Nacional Universitaria puesta al servicio del terrorismo de Estado fueron el saldo de esa “guerra justa” que, según Fernández Rivero, “halla en María su justa medida”.
Comentarios
Muy doloroso... y tan difícil de digerir... Angeles
LA FUENTE ES: Historia de la primera guerrilla urbana argentina de DANIEL GUTMAN, a los fines de destacar que Tacuara fue el núcleo orgánico para la Triple A y el Batallón 601 de Inteligencia del Ejército.
LA SITUACIÓN DE CÓRDOBA ME CONSTA, ES INDIGNANTE... eliminaron una oficina de DDHH y la reemplazaron por una Subdireccion de Culto
GRACIAS....
también http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-640-2003-07-09.html
Los milicianos urbanos, no tenían simpatías por los soviéticos, pero en su esquema insurreccional preveían escenarios de confrontación con las Fuerzas Armadas que debería, según su lógica interna, derivar en una intervención directa o indirecta de los EE.UU. En esa situación, que imaginaban con una patética sobrevaloración de sus posibilidades, los soviéticos se involucrarían en la Argentina como lo demostraba la evolución de la guerra fría y las posiciones en favor de los movimientos de liberación nacional.
En este ultimo escenario, los Montoneros se veían asimismo ya como una fuerza marxista-leninista (definición discutida casi cuando entraron en desbande), dotada ya de la fuerza suficiente para no ser absorbida por la metodología del PCUS y los servicios especiales de la URSS.
El eje de la relación con los soviéticos era Gelbard, a quien en los memorándum internos les decían ''el ruso'', le confió al autor uno de los sobrevivientes de la dirección montonera. Para el autor se trató de una hipótesis dudosa. Es cierto que el ministro de Economía mantuvo algunas reuniones con la dirección montonera, para recabar su respaldo a su política económica -incluida su audaz apertura al Este. Y para equilibrar el nefasto papel que -decía- jugaba José López Rega.
Gelbard pensó en más de una ocasión que ''el Brujo'' planeaba asesinarlo. Los Montoneros dejaron resumidos en memorando sus encuentros con ''el Ruso'', sus acuerdos y las diferencias que tuvieron. Un gesto de respaldo a esa gestión fue el haber designado como enviado especial a Moscú, a Miguel Bonasso, director del matutino Noticias cuando Gelbard realizó su viaje a la URSS y otros países del Este.
El matutino era la voz indiscutible de la conducción política de Montoneros. Bonasso escribió entusiastas artículos sobre la gestión Gelbard ante los lideres soviéticos y transmitió más tarde a la cúpula miliciana la importancia estratégica de algunos de los acuerdos firmados en Moscú.
El viaje de Firmenich a la URSS fue organizado por la Unión de las Sociedades Soviéticas de Amistad en los Países de América Latina (SSOD). Aunque fue el representante del PC cubano en Moscú quien pidió que recibieran al jefe montonero los soviéticos prefirieron ser prudentes. Dejaron de lado al PCUS y, oficialmente al menos, usaron la pantalla de la SSOD.
El eje de la relación con los soviéticos era Gelbard, a quien en los memorándum internos les decían ''el ruso'', le confió al autor uno de los sobrevivientes de la dirección montonera. Para el autor se trató de una hipótesis dudosa. Es cierto que el ministro de Economía mantuvo algunas reuniones con la dirección montonera, para recabar su respaldo a su política económica -incluida su audaz apertura al Este. Y para equilibrar el nefasto papel que -decía- jugaba José López Rega.
Gelbard pensó en más de una ocasión que ''el Brujo'' planeaba asesinarlo. Los Montoneros dejaron resumidos en memorando sus encuentros con ''el Ruso'', sus acuerdos y las diferencias que tuvieron. Un gesto de respaldo a esa gestión fue el haber designado como enviado especial a Moscú, a Miguel Bonasso, director del matutino Noticias cuando Gelbard realizó su viaje a la URSS y otros países del Este.
El matutino era la voz indiscutible de la conducción política de Montoneros. Bonasso escribió entusiastas artículos sobre la gestión Gelbard ante los lideres soviéticos y transmitió más tarde a la cúpula miliciana la importancia estratégica de algunos de los acuerdos firmados en Moscú.
El viaje de Firmenich a la URSS fue organizado por la Unión de las Sociedades Soviéticas de Amistad en los Países de América Latina (SSOD). Aunque fue el representante del PC cubano en Moscú quien pidió que recibieran al jefe montonero los soviéticos prefirieron ser prudentes. Dejaron de lado al PCUS y, oficialmente al menos, usaron la pantalla de la SSOD.
Pensaron que si la inteligencia argentina en Moscú descubría al viajero, podía haber dificultades en las relaciones bilaterales. En los archivos soviéticos no figura el nombre de la personalidad ''académica'' que, según las fuentes montoneras, discutió con su jefe en Moscú. En este contexto, parece descartado que ese ''académico'' haya sido Boris Ponomariov, secretario del Comité Central del PCUS y Jefe del Departamento Internacional.
Según informó Firmenich al retornar de Moscú, solo alcanzó a mantener algunas conversaciones con ''un académico''. Hizo comentarios sobre la poca utilidad de su gira y de lo que pudo conocer en Moscú sobre el socialismo. ''Gran parte de la semana de su estadía en Moscú, Firmenich se la pasó en un departamento dentro de la embajada cubana'', dijo una fuente moscovita al autor.
Pero de algún modo, de ese viaje quedaron huellas. Montoneros designó, entre 1976 y 1977 un ''embajador permanente'' en Moscú. Firmenich envió allí a un catedrático -de una generación mayor que la de la media miliciana- que había estado separado de la organización, pero que para entonces estaba exiliado en Perú.
Firmenich sostenía a fines de 1974 que en algún momento había que arribar a un acuerdo político con los soviéticos, de modo diferente a los lazos que mantenía el PCA. En Moscú vivieron a fines de la década del 70 exiliados que pertenecieron a organización armada, según le reveló al autor, Carmen Alfaya, la viuda de Rodolfo Ghioldi.
Las fuentes milicianas dicen que Gelbard, antes que los cubanos, interesó a los soviéticos para que mantengan alguna relación con Montoneros. El autor no consiguió establecer la veracidad de esta afirmación, pero no debe ser excluida a priori.
En un documento interno de los ''Montos'' sobre un encuentro entre el que fuera ministro de Economía de Perón y la conducción restringida de la guerrilla, se señalaba que allí se definieron las estrategias a seguir frente a la URSS y el PCUS, según lo recuerda uno de los informantes locales del autor.
Los soviéticos fueron siempre muy prudentes, cuando no hostiles con las huestes del peronismo armado. Primaban oficialmente los puntos de vista del PCA, que influían mucho sobre los pasos que daban en política interna argentina los dirigentes del PCUS, particularmente frente a la guerrilla. Pero el Departamento Cuba de la Sección Internacional del PCUS, conocía y respetaba los vínculos de los comunistas cubanos con el Partido Montonero. Ese fue el canal que nunca alcanzaron a sintonizar bien los peronistas radicalizados.
La prensa y revistas especializadas soviéticas escribían muy poco sobre la guerrilla de la Argentina. Pero en los boletines de las agencias TASS, que eran de circulación restringida, se publicaban noticias o Pochtovki (panoramas) sobre el movimiento guerrillero, a veces con cierta objetividad. En uno de esos boletines se publicó, en octubre de 1974, una entrevista que Firmenich dio a las agencias Prensa Latina, TASS y EFE, y al corresponsal de Le Monde. Allí, el jefe guerrillero se proclamó ''marxista leninista'' y bendijo el respeto de su movimiento por el campo socialista. El encuentro fue en una casa abandonada del Barrio de Belgrano, donde se comieron empanadas criollas y se bebió buen vino.
Pero el discurso soviético sobre los Montoneros era crítico: ''expresan a la ultraizquierda'', decían los más benévolos; ''son terroristas'', agregaban otros. Zbignev Ivanovsky, del Instituto de América Latina, en la recopilación América Latina en los años 80 (2) escribe sobre Montoneros: ''( ) La mayoría de las organizaciones de este tipo no tomaban en consideración las condiciones social-económicas de este u otro país, aspiraban a acelerar los procesos, querían ''saltar'' las etapas separadas de la revolución, querían tomar el poder político inmediatamente. En la mayoría de los casos la lucha armada se creía como únicamente posible (y esta lucha se transformaba con frecuencia en actos terroristas) con la negación de todas otras formas y métodos aún en calidad de temporales y de segunda importancia.
Definiendo las fuerzas motrices, como regla, se despreciaba el papel de la clase obrera y se exageraba el papel de los estudiantes, intelectuales y campesinos. Dichas organizaciones no han visto la necesidad de elevar la conciencia de las masas.
Los ultraizquierdistas se negaban a luchar por el mejoramiento de la situación de los trabajadores en las condiciones del régimen existente y estaban convencidos en que la revolución socialista podría inmediatamente resolver todos los problemas. Muchas de estas organizaciones tenían posiciones sectarias y antiunitarias, no han utilizado las contradicciones en el campo del enemigo para conquistar aliados temporales. Desde nuestro punto de vista, las organizaciones ultraizquierdistas, desde su nacimiento, fueron muy heterogéneas, debido a su composición preponderante pequeño burguesa y al eclecticismo de sus concepciones teóricas que trataba de unir el marxismo-leninismo, con elementos del cristianismo, nacionalismo, populismo ( )''.Y cita a un ''teórico'' Montonero: ''nosotros mismos no sabemos qué somos: nacionalistas, revolucionarios cristianos, socialistas, populistas o social-demócratas'' (3).
No solamente los Montoneros buscaron el ''reconocimiento'' de Moscú. Tardíamente lo intentó lo que quedaba del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP), después de la muerte de su líder Roberto Santucho en 1976. Las gestiones se hicieron en La Habana a través del representante ocasional en Cuba del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el brazo político de la guerrilla, y uno de los hermanos del líder del ERP. Entrevistó al embajador soviético para solicitarle respaldo. Fue inútil; el representante diplomático lo reconvino por las acciones del ERP contra el gobierno de Juan Perón (4). Más tarde, un soviético mantuvo al menos relaciones informativas con dirigentes del PRT.
NOTAS:
(1) Cf, Lucas Lanusse. Montoneros. El mito de sus 12 fundadores. Editorial Vergara, 2005
(2) Moscú, Nº 8. 1989
(3) Documento Nº 1. Un análisis autocrítico para estudio y discusión, Buenos Aires, 1985, página 28.
(4) El gestor vive aún. Por razones obvias el autor, prefiere no identificarlo
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El oro de Moscu Isidoro Gilbert Ed. Planeta Montoneros Marxista leninista y el gancho con Rusia marxista el Sr. Gelbard! Eran argentinos y patriotas estos muchachos?
Ahí dudé más, mucho más. Luego me pareció delirante y borré el enlace de su portal.
Busquen ese portal y saquen sus propias conclusiones. Ya demasiado "pescado podrido" tratan de vendernos Clarinete y Nazi-on.
Che que opinan de esto, puede ser verdad?
Lo de Odessa no se me ocurrió a mi, lo afirmó Paquita Louise de Shishmareff, 1872-1970, una norteamericana antisemita, en Francia, 1921, donde difundió el libro. Decía que Ascher Ginzberg lo escribió en hebreo para su logia secreta.
Escuchaste en 6-7-8 la referencia de Forster a Odessa? Antes de escucharlo pensé como él: a Axel le dijeron psico-bolche-judío, la terminología que reúne los 3 cucos de la derecha argentina, el psicoanálisis, el marxismo y el judaísmo.
Perón odiaba (supongo) a 2 de los 3 y Hitler a los 3.
Otras personas que han publicado o citado esos escritos:
Henry Ford, también difundió „Mi lucha“ del viejo AH.
Alfred Rosemberg, los comentó ampliamente en 1923, viendo en el desarrollo de postguerra una confirmación de las ideas de los Protocolos.
Hitler los denominó „un mapa profético judío“ y los citó en „Mi lucha“ para mostrarlos como prueba de sus tesis antisemitas: „...dicen que son una falsificación ....la mejor prueba de que son auténticos“. Contra la "lógica" cerrada no hay argumentación posible.
El amigo de Hitler Hermann Esser cita profusamente los Protocolos en „La peste mundial judía“ donde recomienda la eliminación masiva del judaísmo, llegando a la misma conclusión que AH.
Richard Williamson, el famoso obispo negador del Holocausto se basó en ellos para sus prédicas y misivas, así como Marcel Lefebvre que los denomina prueba de una „conspiración judía-masónica-atea“. La masonería también era odiada por Perón, aunque estaba en una logia, nunca lo entendí al general.
Hannah Arendt llega a decir que los Protocolos no solo fueron el motivo sino también el modelo para la práctica de la conquista de poder de Hitler, basándose en la tesis de un autor checo menos famoso (para mí).
Umberto Eco cree que el éxito de los Protocolos se debe a que muestran elementos de novelas de gran éxito. El lector encuentra en los Protocolos imaginaciones y clichés muy populares.
El científico político Daniel Pipes ve la clave en la gran difusión del libro en los contenidos contradictorios y poco concretos. Se tratan el filo y el antisemitismo, el capitalismo y el socialismo, la democracia y la tiranía como las herramientas de la conspiración judía, de modo que todos los lectores se sienten amenazados por algo.
El video de Naomi Klein lo he visto, pero no todos los capitales son judíos, ella no dice eso.
También he leído a Chomsky y se cómo se opone al sionismo. Ellos son 2 autores que me interesan y ojalá otros judíos fueran tan eruditos y tolerantes como ellos.
Bueno, gracias por la información del libro "Contra el estado de Israel". Yo te recomendaría "El hombre y sus símbolos" de Carl Gustav Jung (que no era precisamente filo-semita) y sus alumnos, donde afirman que todas las culturas tienen muchos elementos en común y todo parece coincidir ... en la mente.
Saludos
mezclamso derecha e izquierda,alguno curitas jesuitas y del III MUndo y que sig al farsa
Como decía muy bien los montos dirigidos por elante palevicho croata local, y galimberti que se sabía losdiscursos del Duce de memoria
Peróm evita lapatria socialista
El miedo, el terror, el stalinismo a ultranza, ò la enfermedad indomable de himler, ò vietnam, ò el agente naranja...todo para dominar, para saquear.
Se prepara el terreno con agitaciòn, miedo, terror, bronca, para luego, poner un martinez de hoz, un cavallo, un brito, un skenazi, un boudou... etc. Todo para saquear. Los 17 palos de argentinos que se levantan cada mañana a buscar la moneda, no entiende un jocara, ni quiere entender estos pensamientos iluministas. Sòlo experimentan el miedo de viajar en tren, en subte, en bondi, luego, con ese miedo deben "rendir" en sus laburos, si no, los amonestan, y a volver a empezar... Desade hace 45 años, sigo viendo el miedo en las gentes. Y la bronca. Y el resentmiento que nada construye.
La Paz y el amor a la Patria, es una utopìa que bien vale la pena defender.-
.
Usted sabe que existe un estudio juridico llamado Viola y Asociados que integra el Dr Osvaldo Viola, Lilian Zarantonello de Viola (su mujer) y el Dr Juan Viola(hijo). El telefono del estudio es el 4254115 y alli podra hablar con cualquiera de los tres.
Resulta que este estudio jurídico defendió a dos represores condenados a prision perpetua junto con videla y menendez (http://www.eldiariodeljuicio.com.ar/?q=content%2F812-d%C3%AD-59-alegatos ), y ahora insisten y son defensores de otro represor en la causa mackentor ( http://www.lavoz.com.ar/noticias/politica/se-escucharon-primeros-informes-apelacion-causa-mackentor ).
Hasta ahora todo casi normal, pero resulta que uno de los integrantes del estudio jurídico es un dirigente "kirchnerista" que se jacta de la desfensa de los derechos humanos y tambien es el jefe en Córdoba de la Corriente Peronista Federal que integran varios dirigentes de renombre ( http://www.facebook.com/photo.php?fbid=129018760545123&set=t.100001083595744&type=3&theater )
Para los peronistas los únicos enemigos acerrimos son los que nos quisieron eliminar fisicamente y los que quieren defenderlo no son menos, por lo que deberíamos hacerlo público para que la doble moral no juegue con el sentimiento de miles de argentinos de bien.
Un sector liderado por Joe Baxter y José Luis Nell, crearon el Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara (MNRT), quien, sin abandonar su nacionalismo, rompió con la Iglesia, la derecha y el antisemitismo, para migrar hacia posiciones cada vez más cercanas al marxismo y el peronismo de izquierda, de donde provendrían muchos de los cuadros de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y el Peronismo de Base (PB) y, en menor medida, de Montoneros y el ERP. A fines de 1964, Alberto Ezcurra Uriburu se hizo sacerdote. Luego Ezcurra derivó en mano de obra para los servicios de represión estatales y, desaparecida Tacuara como núcleo orgánico, también para la Triple A y el Batallón 601 de Inteligencia del Ejército. La mayoría de los integrantes del núcleo original de Tacuara, luego de abandonar la organización, se convertirían rápidamente en agentes de las agrupaciones parapoliciales de derecha que ejercerían la represión estatal durante la década de 1970 o serían colaboradores directos del servicio de inteligencia durante el período de la dictadura.
Dardo Cabo más tarde se juntaría con el sindicalismo vandorista.. uno de los dirigentes mas importantes de la organización Descamisados, que asesinarian en 1969 al sindicalista Augusto Vandor. Años mas tarde, se transforma en el editor de la revista El Descamisado, uno de los medios oficiosos de Montoneros mas importantes de la época. Cabo es asesinado por efectivos del ejército, mientras estaba detenido, el viernes 6 de enero de 1977.
en la revista Marcha en 1967, Eduardo Galeano apuntó:
"Del mismo tronco original provienen los tacuaras que terminaron en el peronismo de izquierda y los que se sumaron al peronismo de derecha, los que abrazaron el marxismo-leninismo y los que ofician de guardaespaldas de ciertos burócratas sindicales; los que pintan en los muros, todavía, cruces esvásticas y consejos: 'Degüelle un comunista por día'. De la misma fuente salieron las viudas de Hitler y los devotos de Perón, Mao y Fidel. (...) Definiéndose por lo que rechazaba, pero sin una idea clara de lo que buscaba, de ideología prestada, imprecisa y contradictoria, Tacuara continuó desprendiendo, hasta el fin, subgrupos que se fueron separando como consecuencia de la lucha interna de tendencias [...]. Casi todos los grupos terroristas de derecha que han sobrevivido, provienen de aquella matriz, y dentro del peronismo hay núcleos de todos los matices, desde los marxistas hasta los rosistas, que salieron de Tacuara: todas las posiciones y todas las actitudes reflejan hoy, desde la desintegración, lo que fue aquella heterogénea congregación de jóvenes furiosos unidos por sus mitos y su estilo".
Recuerdo con dolor el crimen de la dirigente estudiantil Silvia Filler.
La raíz del "peronismo de izquierda" que perdió tantos compañeros honestos nunca fue buena, menos con el apoyo explícito que les daba al grupo Tacuara el Gral Perón.
Es bueno que no olvidemos.