Para leer correctamente que ocurre necesitas saber esto tuvo un método usado por cada parte. Ejémplo.
Empiezo en una fecha puntual a recibir mails extraños. En y durante una situación puntual. Veamos.
1 Recibo un mail. Que dice de tal para tal. A veces el segundo tal no es el nombre de mi cuenta. Si como yo sos observador y detallista, revisas algunas cosas. Que en su momento no revise ni noté, fue con los años que se me ocurrió revisar todo. ¿Porque? A raíz de un suceso muy posterior a este mail. Pero intentá seguirme el relato. Recibo este mail: Mira todo en el, aprendé lo que te voy a explicar. 1.2 pongo en el buscador de Google el nombre de quien envía el mensaje. Y pongo porque no es el mío, el nombre de a quien está destinado. Al entrar en google el nombre debes prestar atención a los luares donde realarece el nombre exacto: ejémplo solo los anunciso que digan partyon@ Ahora bien, supongamos que tenes un hermano obsesionado con vender una propiedad, un padre completamente fanatizado en contra de las izquierdas y especialmente contra el kirchnerismo. Y te llega un mensaje que dice determinados nombres. Supongamos además que alguien tiene seguimiento de tu página y que viola tu correspondencia. Y que a la página en la cual entras le adjunta un enlace que dice que jotapege2004 significa jp del período 2004. Supongamos que previam padre ente tu hermano se hacía el peleado con el padre con el que vive por entonces y te pregunta exahustivamente por tus amistades y contactos. O que ha tenido acceso a cosas que hacés. Y que como tu pareja no podía y no es que no quiso además de que no le correspondía pagar una pequeña hipoteca que tenía su casa, entonces, se enojó. Supongamos que el ojo cuadrado lo llamaste a un proyecto puntual y que al entrar ahí te aparece todo relacionado con méjico y con JB, en el momento no sabés que parte hace quien y recurris a un legislador en sincero pedido de ayuda por recomendación de un amigo peronista como vos pero lamentablemente, conoces gente que odia al peronismo o que cree que todos los peronistas son iguales, y para colmo tu hermano te hace creer que tiene un contacto a cada lado. Y justo una amiga de el reproduce dichos de un historial que nunca le diste y luego empiezan unos blogs en particular a los que se suma gente. Pero cuando recurris a diferentes personas sabiendo que es una trama complicada y vas deseoso de dilucidar lo que puede generar un conflicto de dimensiones, te encontras con los intereses enemistades, ventajismo y pelotudez ajena sumada a un caudal de incomprensión infernal-.Supongamos además que se involucra cada vez más gente con más malas intenciones. Y que alguien en quien sí confiaste te defraudó completamente por el modo en que te usó. Claro que son suposiciones como que alguien venga a nombre de alguien y así hasta que veas el entero desfile de hadp. ¿cómo es que mensajes de club cultupa podían contener un dicho de venganza cuando susedió lo del blog de alexia m bardeandome junto a la derecha?
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jotapege2004 Agregar a contactos Para partyon@gmail.com, actt@hotmail.com, ale_lamejor_05_1@hotmail.com, alejandra_anibal@hotmail.com, alejandra_zera@hotmail.com, amigon25@hotmail.com, anacarolinamanzur@hotmail.com, anasol_elgueta@hotmail.com, atrevidosenlaradio@gmail.com, aylinok@hotmail.com, carcla2003@hotmail.com, caroguate@hotmail.com, carolinaymanuel@hotmail.com, caroripoll@hotmail.com, celeste_2003_4@hotmail.com, cuinorey@hotmail.com, danielroiztv@hotmail.com, g.darnond@sdvargentina.com.ar, dissolvedgirl69@hotmail.com, doloresrodriguezcasal@hotmail.com, eugeniagalan@hotmail.com, gegedar@hotmail.com, gguimarey@hotmail.com, GUIONISTASDECINEYTV-@groups.msn.com, isabelpeysse@hotmail.com, j_bahiana@hotmail.com, javierdiegoleon@hotmail.com, juliacamposcervera@hotmail.com, julianamangini@hotmail.com, kohelles@hotmail.com, lserjai@hotmail.com, mananomolina@hotmail.com, marichole_04@hotmail.com, pablorgarcia@yahoo.com.ar
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Respuesta |
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Aprendi a expresarme desdde la ironía porque cuando todo es increíble nada importa. Así mi historia lo es. Algo un día me revalsó el corazón y me volví hacia mi verdadera identidad buscando muy profundamente el fuego de mis pasiones. Sí, me generaste pena aunque abuses de poder, te cubro aunque me mientas a costo mío altísimo, a vos y a quien sea que me hizo daño, daría la vida que me quitaron por cualquiera mientras otros no hicieron otra cosa que quitar cada día más y más. Y no van a parar hasta que mi vida no esté incluída.
Después de la tortura yo sbía que mi mente no estaba bien, el tipo me tenía detenido ilegalmente, me pegaba en las costillas, quería que le diera los archivos de mi trabajo que faltaban, los que no se pudo llevar de modo no violento y con engaños el que hizo la cita en el subte. En una marcha identifiqué al policía, el tipo ya no estaba de civil, un militante se reía con él, hablaban de algo pero no me habían visto. Con el tiempo empecé a buscar mi propia muerte, porque note que habían tomado unos preceptos legales y que en base a manipulaciones habían decidido hacerme cometer dichos que quedasen como que yo amenazaba a otras personas puntuales cuando de un conflicto representaban la identidad de otros, de ese modo hacian de cuenta que le apunté a esos otros. Si estas leyendo esto es porque voy a morir. Pero explicarte que lo que comenzó como proyecto de investigación fue mezclado en una trama donde alguien de verdad me dijo anónimamente en una sala de chat, lo siguiente: no te bajo porque crea que le hiciste algo, te bajo porque voy a hacer creer que se lo hiciste, se sumó al dicho de que nadie quería en el poder el sueño que yo tenía porque afectaba intereses puntuales y que estaban dadas las condicioes para alentar a algunas personas a deformar un hecho fortuito hasta hacerlo coincidir con un escrito desgraciado, y todos se hacían pasar por G o por etcétera. fORZANDO LAS COSAS. Y ahí fue cuando ví. Si letras autistas le deja este comentario a este blog, es porque desea cargarle a el mismo lo que intentaba hacerme el? Me quede pensando un buen rato, en eso de que policías y algunos sindicatos emplean el uso de porteros para que den información personal sobre gente que fue marcada para la crucificción. Entonces supe incontrastablemente que no había salida. De ningún modo la había. Nací en una familia que me odia, en una sociedad que me aborrece... si escribía algo así dirían que tengo la patología del unabomber, es un terrorista dirían, se relamerían derechas, liberales y yanquis. Gusanos de Miami y demás comensales cortezanos de realezas europeas. No, yo era una cucaracha insignificante, la importancia y valores de mi trabajo lo sabían a penas unos pocos. Muy pocos, solamente tres personas sabían que había gente capaz de asesinar por algo así. Recuerdo que yo eperaba que tal proyecto me costase la vida o la libertad y que por lealtad no revelaría que padecí de verdad y que no porque no sabía cómo podría afectar a los pocos que vieron en mí algo más que un desquiciado medio paria que se autoboicoteaba como Silicio en un corazón no sagrado. Lo bueno de los golpes era poder escupir mi propia sangre, poder aborrecer el apellido que me pusieron, la cultura que me impusieron, el destino e ierda que me ijaron aunque se cumpla. Nadie iba a llamarme genio, todo lo contrario, decía fersan que de mí decían eso, algunos, otros loco, otros cosas peores, se nos ocurrió entonces denunciarnos mutuamente. Una publicidad editorial entre criminales de letras, nos odiamos y nos amamos, depende, el es Dios y yo soy ateo, el quiere que me arrodille y señala su poder o el de otros sobre personas que quiero. Tal vez otros hacen que el parezca so y el Dios maldito es otro. ¿Quien puede saber quien encubre a quien mientras yo estoy desnudo en una sociedad voyeur que se declara antinudista? Más temprano que tarde me caerían uno a uno los juicios encima. Pero yo no podía pensar en eso, todos los días pensé en eso porque a pensar en eso me forzaron, yo, debía escribir, es lo mío, nada más escribir, que el mundo haga lo que quiera o lo que pueda y siempre podrá más que yo.
Cuando lo oímos por primera vez no solemos pensar ni creer que por algo tan verdaderamente con derecho y obligación de ser nuestro como nuestra vida esté incluído en el manual.
¿Recordas haberme invitado JB? No asistí. Lg me preguntaba por Cromañon y no asistí, era como si supiera que hablábamos y cuando me ofreciste el laburo del que debía dejar la mitad de mi sueldo, aunque estaba en una pensión mugrienta tampoco acepté. Pero sí se me ocurrió escribir una historia como hago siempre, y en la misma más que focalizar la corrupción de un sistema se hacía foco en un policial donde era peor la corrupción de los medios de comunicación. Vale decir que mi enfoque era diferente al que luego se le dió. Como premeditadamente se te señaló en un lado que supuestamente no estabas, noté que se deseaba enemistarnos pero tus burlas o las de otros no ayudaron mucho.
La única manera que tengo de transmitirte que me hicieron es mezclando ficción y realidad, como es el caso de mis blogs. Y el problema es lo que hago con mi dolor. Y mi visión del mundo mim modo de crear, separalo de mi ideología, sé que los medios son canallas. La intención dista de lastimar a nadie lo lastimado es o soy yo, parto de ahí, son lugares de ensayo por eso los nombres no tienen relevancia ponele el que quieras, como fotografía artística y enunciamiento de partes solamente funciona para que veas el odio encarnizado de sectores en pugna. Y no representa mi opinión nisentimiento, estoy casi en la muerte mía, en otra entendes, ayudando los deseos más horrendos de los seres más ruínes. Que lo podrás interpretar como te plazca o sumarte a hacerme lo que te plazca ya que recibí de observatorio petrolero un mail a nombre de Vane O una vez y otra vez a nombre de Gauasta y Vino, lo que me reslta incomprensible, entonces cuando se suelta el cinto y todo es una locura, me entrego a ella sin más.
¿Quizás creo en derechos que otros no creen y mi forma de hacer arte no sea convencional? Puede ser.
Dudo que my-bro-Gon me preguntase hace años exhaustivamente por mis contactos políticos y amistades de no tener alguien que le daba cuerda mis proyectos.
Noté que cuando citaste la similitud entre mi trabajo del 2002 y veamoslo:
El menu de hoy es hígado al horno para variar, así que dame un momento.
Lo más barato para fumar si tenes paciencia...pero primero pan casero...
Bueno...
decíamos sobre mi portada.
Cualquier semejanza es inspiración pero muchos años luego que la mía. Lo cual se pudo haber hecho varias veces antes de la mía, el punto es el uso que le da para psicopatearme alguienque se hace llamar fersanchuz y que habita por aquí:
Se me hizo costumbre ir a todos lados a cubrir opiniones o que si alguien deseaba ayudar si yo iba a un lugar otro vaya a otro.
Me interesan todas las opiniones sobre un mundo que nunca nos consultó en qué estamos de acuerdo y en que no, pero que hay lugares donde algunos intentan cambiar algo o crear algo, crear algo me parece mejor todavía, entonces veía a ver quienes tenían fragmentos de las diferentes rebeldías y creatividades que yo deseaba buscar.
Porque cuando una bandera llama a la dignidad, significa que hay símbolos que todos levantan pero que no significan para todos lo mismo. Así mi travesía.
Y comprendí que estaban juntos demasiado tarde. Pero yo iba a todos lados haciendo mi trabajo, sumando páginas, sin saber si eran manipulaciones o imágenes ciertas algunas, o si eran artimañias. En cambio cuando tomaba contacto con sectores puntuales, nadie estaba de acuerdo con lo que me hacían. O casi nadie. Me habían pedido cual gesto de lealtad que asuma cargos por terrorismo y me daba gracia porque ya lo habían armado para que así parezca. Nadie sabía la trama interior entonces nadie comprendía mi rabia.
Ellos montaban fotos pero yo estaba presente en cada acto y no los veía.
Entonces supe de la crueldad. Supe del volverme insobornable, supe de aferrarme a mi muerte en una solaedad de mausoleo de pobre, que son cartones del basural.
Yo trabajo desde la locura, porque es el espacio de mi dimensión actual. Pero eso no significa que he perdido el eje inicial de cómo ocurrieron las cosas. La cuestión era la evaluación de la actitud y accionar de sectores al respecto de una información falaz sobre mí mismo y para cotecar si sería carne de la oposición ¿no? ¿No era a caso eso? Luego se fue desfiguarando en base a intereses creados. Se desfiguró el proyecto en el camino a mi locura. Yo no soy nadie, vos sabes que siempre fuí un incapaz menos que nada. Un margen de las márgenes a contrapelo de una sociedad inexpugnable que se relame de comer las sobras de gente como yo.
Pero ocurre que tu no puedes...
Bueno, en esa carpeta escribí un proyecto audiovisual ¿tenes idea dónde quedó? No la encuentro por ningún lado, ni los textos ni nada.
Solamente la carpeta vacía.
No soy nadie, de ser alguien, si yo fuese alguien, si fuese algo, si yo fuese, si yo pudiese ser, entonces no sería la injusticia de los que se creen Dioses atropellando derechos, y la historia trataba de eso. Esa es la sonrrisa del dibujo de Mona Lisa?
Ponele que Camilo B me tendió una trampa o que fue al revés o que fueron ambas cosas a la vez.
Lo que denuncio se investigue es estos mails de abajo:
Tenes razón en tu proyección, soy un inútil, un incapaz, un fracasado, a mucha honra, he fracasado empedernidamente en el hecho de buscar éxitos ficticios y laureles de mierda. Soy obsecuente y chupamedias. Un obsecuente como vos ¿no? pero no soy pago. Y te dejo unas notitas en mi trayecto.
Las siguientes notas fueron extraidas de aquí: http://reportaje-hector.blogspot.com/2011/12/carta-abierta-nro-11.html
De Ingalinella al kirchnerismo
(Reflexiones sobre una polémica entre José Schulman y Norberto Galasso)¿Una nota desactualizada? ¿Resquemores y prejuicios que perviven en sectores del peronismo y de la izquierda? Creemos que el de Schulman es un justo y merecido homenaje a un hombre digno, y a travéz de él, a toda una militancia heroica y sacrificada, que no puede ser culpada de los errores de sus direcciones políticas. Tampoco, por supuesto, la militancia peronista, cuyos nombres engrosan mayoritariamente las listas de mártires de la última dictadura. Sin embargo, desde el brutal asesinato del camarada Juan Ingalinella hasta hoy, mucha agua corrió bajo los puentes y mucha sangre sobre los asfaltos.
Es cierto que el PC, bajo la conducción de Codovilla, no sólo formó parte, sino que fue inspirador de la nefasta Unión Democrática, aunque en un reciente reportaje radial su actual Secretario General finja ignorarlo, y sobran folletos y libros más cercanos a un empecinado antiperonismo que a un análisis marxista lúcido de esa problemática, salvo honrosas excepciones. Sin embargo, los hechos que relata Schulman no pueden ser negados, como tampoco la acción conjunta de peronistas y comunistas para apoyar la candidatura de Frondizi en el 58, las cárceles y barcos compartidos luego, y una cantidad de acciones unitarias que fueron jalonando el largo camino de la lucha popular. .El compañero Galasso_ porque somos compañeros, a no dudar_, no puede desconocer las luchas protagonizadas por trabajadores peronistas y comunistas, aún antes del 55, y a lo largo de los duros años que siguieron. No ignora que la represión las cárceles y las torturas no hicieron mayores distinciones, hasta que las fosas comunes del Terrorismo de Estado terminaron por borrar toda diferencia.
Resulta un poco inútil, además de inconducente, seguir dando vueltas hoy a la noria de esa parte de la historia, pero no es bueno descontextualizarla, hacernos los distraídos y, mucho menos, tergiversarla. ¿Recriminarnos mártires? Sin duda, por su masividad, gana el peronismo, aunque por su antiguedad, los militantes comunistas y de la izquierda en general empatarían, si de entrar en este ridículo y morboso juego se tratara. Prefiero levantar el símbolo de la unidad obrera, sellada con la sangre y la muerte, en la militancia fraternal de esos dos grandes luchadores que fueron Atilio López y Agustín Tosco.
No estoy defendiendo a un partido que dejé en 1987, sino rescatando un presente que nos exige la unidad en una lucha donde el enemigo no es, nunca fue, la izquierda, como el propio Galasso señala en su lúcida carta a Altamira. No puede confundir los grupitos de ultraizquierda, que él caracteriza tan bien, con los amplios sectores de izquierda que hoy acompañan, se sienten integrados al proyecto nacional y popular encarnado en el kirchnerismo, acaso, una etapa superior del peronismo, la síntesis que la historia reclamaba. En cuanto a la insólita justificación que hace Galasso de la represión durante los gobiernos peronistas, es cierto que cuando la lucha de clases se agudiza, la violencia es más que probable, y no es menos cierto que los gobiernos peronistas tenían el derecho de defender las conquistas alcanzadas. Pero, ¿encarcelando y torturando comunistas mientras aplicaba treinta días de arresto al general Menéndez por su intento golpista?; ¿desmovilizando a las masas obreras luego del criminal bombardeo a la Plaza de Mayo?; ¿atacando y desarticulando a la izquierda de su propio movimiento en el 74?; ¿designando como Jefe de policía al mismo Villar que organizó la Triple A, y que supo derrumbar con una tanqueta la puerta del Partido Justicialista, donde se velaban los restos de algunos de los fusilados en Trelew?
La desafortunada forma en que Galasso conceptualiza el tema, no solo refleja la persistencia de prejuicios, fanatismo, o en el peor de los casos, mala fe argumental, sino que debilita la necesaria unidad de acción ante una derecha restauradora (también al interior del peronismo, Galasso, ustéd lo sabe) que no dudará, que nunca dudó, en recurrir a la violencia, como ya lo está haciendo con todos los gobiernos progresistas del continente, toda vez que los procesos de cambio se profundicen.
Hoy estamos construyendo una nueva esperanza, un nuevo paradigma, y lo estamos construyendo desde distintas vertientes, desde diferentes culturas políticas e historias personales, y sólo su confluencia es capáz de garantizar el triunfo. Pero antes es preciso el reconocimiento honesto de los propios errores, la necesaria autocrítica, tanto de la izquierda como del peronismo. Recientemente, el candidato kirchnerista a la Gobernación de Santa Fe, confluyó con el Partido Comunista en un acto en Rosario, que se realizó, precisamente, en la casa-museo de Juan Ingalinella, de donde lo sacaron el 16 de junio de 1955, para convertirlo en el primer desaparecido. Este hecho, y las palabras fraternales del compañero Rossi, están marcando un tiempo nuevo.
Ustéd los vió, Galasso, en el velorio de Néstor Kirchner, y los seguimos viendo ahora, a los miles de jóvenes saludando con la V o con el puño en alto, apostando a la esperanza, y este tipo de polémicas resultan anacrónicas, inadecuadas, implican persistir en el error. Y ofenden la memoria de tantos militantes caídos, peronistas, comunistas, socialistas, cristianos, incluído por supuesto el compañero Néstor Kirchner, "porque con los jirones de sus recuerdos, estamos construyendo una bandera para que vaya al frente de todos nosotros".
Carta Abierta Nro. 11
Carta de la igualdad
I
El triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones del 23 de octubre con el 54 por ciento de los votos expresa la voluntad popular por la profundización de los cambios. En esa decisión de millones de personas se vislumbra la apuesta por una política transformadora, perseverante en su irreverencia frente al orden establecido. En su seno, conjurando la totemización del mercado, rescatando voces antiguas de la fragua popular e intentando frente a ellas nuevas formas de lo político, late incipiente la otrora desterrada utopía de la Igualdad. Es acompañada por la validación de un tipo de gobernabilidad que no puede concebirse por fuera de la recreación incesante de lazos constitutivos con una sociedad activa, heterogénea y abierta, y el impulso hacia un extendido compromiso militante que tiene en el entrecruzamiento generacional y la convocatoria activa de la juventud una de sus dimensiones más notables. Los argumentos simplistas de la gran prensa –voto conservador, el consumo, la oposición inexpresiva– son velos que ocultan otros destellos resultantes de ocho años de continuidad que también sostuvieron el 54 por ciento. El humor social, la recuperación de valores que parecían perdidos, la identidad como pueblo, la confianza en un liderazgo, el compromiso creciente en capas de la sociedad para participar en lo público, la perspectiva y esperanza en un futuro.Recordemos que apenas una década ha transcurrido desde las jornadas de movilización popular de 2001, cuando en las calles se sancionó la derrota política –y comenzó el retroceso cultural– de un modelo económico centrado en el capital financiero y un modo de gobierno consistente en la mera administración de lo ya dado. Fueron días de indignación y luchas callejeras que hicieron visibles y generales otros combates, los que venían sosteniendo organizaciones diversas desde mediados de los años ’90. Y si aquéllas habían crecido en la resistencia, creando formas nuevas para la política, los acontecimientos de diciembre fueron sancionados con una brutal represión. La crisis desencadenó una transición política que descargó los enormes costos y ajustes del desplome neoliberal sobre las vidas de las mayorías, ya severamente empobrecidas por el régimen caído. Juntamente con una aguda recesión avanzaron la desocupación, la exclusión, la marginación y la pobreza, mientras la llamada “pesificación asimétrica” transfería ingresos a los sectores más concentrados de la economía.
La Historia abrió una alternativa y una esperanza en 2003. La extendida experiencia política que denominamos “kirchnerismo”, como metáfora nominativa de una capacidad transformadora de características propias, posee un doble carácter: se nos presenta como la evidencia política e institucional de un heterogéneo subsuelo popular irredento en incesante movimiento, capaz de establecer los núcleos programáticos de una nueva etapa argentina, en plena ocasión de una crisis de hegemonía de dimensiones y, a la vez, como un inusitado giro de la historia, una inflexión sin coordenadas de arribo, un acontecimiento creativo que cambia los parámetros amputados de una dinámica de poder sin destino posible mayor que el de una tragedia que muta en parodia de sí misma. La figura de Néstor Kirchner fue el epicentro de esa combinación. Asumió la presidencia con un discurso nacional y popular que se distancia del camino industrial-primario-exportador sin inclusión social (desarrollista de derecha), que había intentado desplegar la transición duhaldista. Las urgencias de la democratización de la economía, del crecimiento del empleo y de la producción se concibieron, en el incipiente proyecto, inseparables de la aspiración de reconstruir el mercado interno y recomponer los ingresos de los sectores populares y medios. Al mismo tiempo, el nuevo gobierno se pensó como heredero e intérprete de la movilización social, viendo en lo popular no sólo los rostros de las víctimas del orden en crisis, sino también los de una organización de la que no se podría prescindir. Los movimientos de desocupados fueron actores y partícipes de la nueva construcción, junto a los trabajadores organizados y un múltiple escenario social y político.
La desarticulación del último gran intento por emprender un proyecto de transformación nacional había sido acometida por la dictadura terrorista de Estado, más de un cuarto de siglo antes. Los comandantes y ejecutores de la represión masiva de aquella época se encontraban sin juicio ni castigo. Los primeros intentos de justicia sucumbieron bajo las leyes de impunidad. Pero en nuestro país se había desarrollado una inédita construcción militante de derechos humanos. Heroica por parte de las Madres de la Plaza, que en plena dictadura lucharon por la recuperación de sus hijos, y multiplicada luego en un vasto friso de militancias. Con la decisión de desarmar el dispositivo de la impunidad, el gobierno recuperaba las reivindicaciones centrales de ese movimiento: Memoria, Verdad y Justicia y, al hacerlo, se fundaba a sí mismo como una experiencia política radicalmente nueva. El desarrollo de los juicios, la ejecución efectiva de cientos de sentencias y la constitución de una narración de los hechos centrada en la condena del terrorismo de Estado configuraron un camino que debe seguir siendo profundizado con la investigación de los civiles que colaboraron y fueron beneficiados –como en el caso de Papel Prensa y otras 600 empresas– por lo tramitado en las mazmorras concentracionarias. Consecuente con la profundidad de su compromiso con los derechos humanos, una de las características distintivas del proyecto iniciado en 2003 ha sido la firme decisión de los gobiernos nacionales de no reprimir la protesta popular.
El desendeudamiento con el FMI y la restructuración de la deuda externa con una quita inédita, las negociaciones salariales en paritarias que construyeron una dinámica de recomposición de ingresos y, luego, la estatización de la administración previsional y la inclusión de millones de beneficiarios excluidos en el régimen jubilatorio trazaron un camino en el que la disidencia con las recetas de las ortodoxias financieras se estableció en el plano de los hechos. La desarticulación del ALCA marcó el nacimiento de una nueva política de integración regional que se iría constituyendo en nuevas instituciones, con el Banco del Sur, la Unasur y la flamante Celac. El latinoamericanismo dejaría de ser horizonte de deseo o bandera justamente compartida para convertirse en definición de una política internacionalista y regional.
II
En 2008 la nueva época adquirió otros contornos, signados por el conflicto y el entusiasmo. El justo proyecto de retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias condujo a una aguda confrontación del proyecto nacional con el bloque de poder que operó –y opera– como el agente interno de la restauración del proyecto derrotado en 2001. Las corporaciones patronales del campo resistieron y no estaban solas. Un tejido nuevo de poder económico se había articulado en el agronegocio con ellas. Contaban con el apoyo de los medios de prensa concentrados, emparentados ideológicamente y entrelazados con los negocios ligados a la Argentina reprimarizada de fin del siglo pasado. Se sumó toda una oposición política variopinta que conjugaba discursos republicanos, conservadores y “progresistas” para la ofensiva destituyente. Organizaciones emblemáticas del empresariado industrial, como la UIA, beneficiarias de las nuevas políticas, no se comprometieron con el instrumento que favorecía la diversificación productiva del país, ya por ataduras con la persistente creencia neoliberal, ya por la apuesta a un modelo centrado en la demanda externa y sustentado en salarios bajos.Los tiempos eran agónicos y parieron nuevos actores en conflicto. Se constituyó el bloque que afirmaría la continuidad de un proyecto que, si heredaba los movimientos populares argentinos, también se mostraba prístino en sus diferencias y fundamental en su novedad. Las organizaciones sindicales, sociales, de derechos humanos, una buena parte del arco político progresista y de la izquierda no peronista, se asociaron estratégicamente al futuro del kirchnerismo, que se afianzaba como identidad política. Un frentismo de hecho defendía al proyecto del intento de la restauración conservadora. Carta Abierta nacía en ese momento de disputa como expresión de un tipo de militancia que consistía en tomar la palabra colectivamente, procurar interpretaciones y asumir un compromiso público. El conflicto era evidente: frente a un bloque que impulsaba la autonomía nacional y ala ampliación de derechos se alzaba una coalición destituyente promovida por la elite del privilegio.
El año 2009 –en el que se afrontó un resultado electoral adverso– supuso un desafío de gran dificultad, pero las fuerzas estaban templadas y el Gobierno profundizó las políticas reparatorias. La Asignación Universal por Hijo y el programa Argentina Trabaja signaron ese momento. Coincidieron durante ese año los efectos de la sequía y la primera fase de la crisis internacional, que fueron enfrentados con políticas y medidas que desafiaban las ortodoxias y recomendaciones de los poderes internacionales y locales. Pese a que no escaseaban los conflictos, el Gobierno impulsó con fuerza otra reforma estructural: una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que prescribe límites a los monopolios y amplía el derecho a la información. Doblar la apuesta se constituiría en una marca de estilo frente a las adversidades.
En dos acontecimientos de 2010 pudo verse el cierre de las dificultades mayores del período: en la fiesta callejera de la conmemoración del Bicentenario y en la dolida y colectiva despedida a Néstor Kirchner. Porque si en el primero se vio la multitud reconocida en la nación que se conmemoraba –y esto es: no en abierto conflicto con el gobierno que la representaba–, en el segundo fue la emergencia de un compromiso activo y militante, descubierto junto con la propia fragilidad de las vidas que lo habían incitado. Y si la fiesta del Bicentenario era la contracara de la justa ira de diciembre de 2001, el duelo en la plaza reponía una confianza en la política que era impensable diez años atrás.
III
Eso fue posible porque la apuesta no fue leve y su horizonte fue la Igualdad. Que no es fácil de definir aunque se advierta su búsqueda en luchas, movimientos, documentos, leyes, hechos de gobierno. No es fácil porque se enlaza a otras cuestiones: la de la Justicia, la Libertad. Elegimos, en este momento, llamar Igualdad a las posibilidades de una sociedad más justa con sus integrantes, menos esquiva de lo fraterno y lo cooperativo, menos abrupta en el recorte de las libertades para algunos. No se trata sólo de igualdad de oportunidades reclamada por el liberalismo ni de distribución económica, aunque todo ello resulta imprescindible. La ley del matrimonio igualitario –que lleva en su nombre la cuestión que tratamos–, seguida por otras de muy reciente aprobación, evidencia una virtuosa escucha legislativa de los reclamos y valores impulsados por las minorías. El derecho al aborto, concebido como defensa de la autonomía de las mujeres a definir sobre su cuerpo y su deseo a la maternidad –y ya no como sumisión a la voluntad de un otro–, está en el horizonte de esas medidas que, impulsadas por pocos, inauguran, sin embargo, otro estado de los valores, las creencias y las lógicas que estructuran la vida social.Si la Igualdad es el horizonte de estas políticas, lo es como igualdad en la diferencia y reconocimiento de la heterogeneidad. Lo es como ampliación de la ciudadanía, que se va desplegando en un recorrido desde la inclusión –con las múltiples estrategias de reparación social– hacia la Igualdad. No es poco lo que falta en este sentido y seguramente nunca el camino estará cumplido. La igualdad en la diferencia debe ser también el signo de una democratización profunda de la cultura, a la que las mayorías tengan acceso, generando disposiciones al conocimiento y el disfrute de lo creado por este país. Democratizar la cultura no es sólo generar espectáculos masivos. Es también crear las condiciones para la renovación del gusto cultural popular y para el impulso hacia la emergencia de nuevas y distintas expresiones. Hay mojones de este intento –como la ley de medios y Tecnópolis– que deben ser profundizados y ampliados. Muchos pasos se han dado de 2003 a hoy para disminuir la desigualdad que había generado la destrucción de la educación pública. Más chicos en la escuela y almorzando con sus familias. Menor deserción. Primeras camadas del secundario en algunas zonas del país. Docentes reconocidos en su dignidad de trabajadores. Bibliotecas y netbooks para todos. Estos cambios destacan y promueven el desafío de avanzar por lo aún faltante: la buena escuela pública, como la mejor alternativa de formación en todos los lugares y para todos los sectores. Habrá que explorar pedagogías, cruzar saberes y pensamientos, interrogar los modos de transmisión del conocimiento; pero esto será posible no sólo por el trabajo de especialistas sino también por la mayor participación de sujetos activos con compromiso en la transformación cultural y social necesaria para la buena educación. Ello requerirá que la política de Estado enunciada en la Ley de Educación Nacional se traduzca en prácticas sociales que legitimen en todo el territorio de nuestro país el derecho a la educación pública en una sociedad democrática. Pero aun con los cambios legislativos y políticas implementadas, subsisten tendencias estructurales regresivas, constitutivas de una matriz de sistema educativo, cuya reversión es imprescindible para atender al objetivo de la Igualdad. El creciente peso relativo de la educación privada –sostenida con financiamiento del Estado– en todos los distritos del país, pero con más intensidad donde predomina la población de sectores medios, resume la significatividad de esas herencias. Ese avance en desmedro de la centralidad de la educación pública es una fuente de desigualación social que conjuga desde segmentaciones clasistas hasta prejuicios raciales. La superación de esta lógica requiere de la convocatoria a los docentes, a los sindicatos y a la participación popular para movilizar la reposición de la escuela pública como núcleo clave de igualación social y forja de unidad popular.
Una nueva etapa del proyecto nacido con la asunción de Néstor Kirchner en el año 2003 queda inaugurada en los discursos de cierre de campaña de la Presidenta, en ocasión de la victoria electoral y en el foro del G-20. En ellos el ideal de la Igualdad y la crítica del orden global del neoliberalismo resonaron como sus núcleos clave. Posicionarse desde América latina y el Caribe sin neutralidad ni imparcialidad señala el alineamiento frente al poder central en el orden internacional y del lado de las mayorías populares en la política nacional. No son aceptables las interpretaciones de este triunfo electoral como el resultado de un modelo de consumo y a la vez clientelar, del tipo del que signó a los años noventa. En éstos se trataba de una política de dádivas en un proceso de exclusión, en tanto el crédito a los sectores medios, el dólar barato y la focalización arbitraria –constructora de desigualdad– avanzaban con un discurso que naturalizaba la desaparición de la política como herramienta de transformación. Se trata de la diferencia del sufragio en una nación de ciudadanos frente al voto en un mercado de consumidores.
IV
La histórica denuncia de las “relaciones asimétricas” en la reunión de Mar del Plata, que derrotó al ALCA, y los proyectos de constitución del Banco del Sur y de la Unasur, así como la desvinculación de las políticas recomendadas por los organismos financieros internacionales, precedieron a una crisis que tiene alcances inéditos, dramáticos y de fin imprevisible. La nueva política económica heterodoxa desarrollada por la Argentina y buena parte de América latina y el Caribe generó mejores condiciones para las respuestas frente a la profunda crisis que se despliega en el nivel de la economía mundial.El desplome financiero conduce a la destrucción de un stock de capital ficticio inconmensurable que provoca el desmanejo de las finanzas globales por los organismos creados para ese objetivo. Las derechas de los países centrales se obstinan en profundizar la lógica ultramercantilista en el funcionamiento de las economías, tanto en los órdenes nacionales como en la esfera global. En esos países la democracia emprende el retroceso a una formalidad sin ciudadanía, mientras el poder financiero elige tecnocracias para dirigir sus destinos. Las instituciones que fueron origen y centro de la crisis intentan someter a su cruda ley los presupuestos públicos y dar garantía de continuidad al capitalismo en su forma de financiarización. Xenofobia y ajustes en los presupuestos públicos, privatizaciones de empresas de servicios y reducciones de salarios, despidos masivos y destrucción de lo que restaba de los Estados de bienestar configuran el nuevo rostro de los países centrales. En el centro del mundo se diseña un escenario de incertidumbre y amenazas, del que no están excluidas las intervenciones armadas que se excusan en “paradigmas civilizatorios”. Sin embargo, este avance reaccionario no se despliega sin resistencias. Las huelgas y movilizaciones obreras y el surgimiento de nuevas expresiones de lucha popular –como la de los indignados– son síntomas de un descontento que constituye un potencial de futuros conflictos, lejos de la pretendida sentencia del fin de la Historia que el neoliberalismo proclamaba en sus décadas de esplendoroso ascenso.
El discurso presidencial en el G-20 impugnó el capitalismo financiero, la desregulación y la política de precarización del trabajo. Una impugnación a la esencia del capitalismo realmente existente. Implacable crítica hecha desde la jefatura de un gobierno empeñado en construir una sociedad de derechos mientras ese capitalismo actual los destruye en el centro del sistema global que construyó. ¿Habrá futuro para el capitalismo? ¿Habrá futuro para la humanidad? ¿El anarcocapitalismo conducirá a la barbarie?
La degradación del sistema en los países centrales comprende la aceptación y el fomento de paraísos fiscales, esquemas de elusión impositiva, maniobras con los precios de transferencia en las operaciones intrafirma de las empresas transnacionales. Así, mientras la financiarización conduce a la profundización de estos rasgos, los discursos de los líderes de las naciones hegemónicas condenan esas prácticas, la mayoría de las veces en forma hipócrita, mientras promueven ordenamientos legales internacionales con objetivos más cosméticos que transformadores.
En cambio, los países periféricos que sufren pérdidas fiscales y fugas de capitales por la presencia de esos mecanismos están interesados realmente en su desarticulación. El gobierno argentino ha trabajado en los foros internacionales en esa dirección. Así, el interés en el combate al lavado de dinero y la evasión fiscal son objetivos importantes y destacables de la política del Gobierno. Pero resulta equivocado legislar esas cuestiones en el formato de Ley Antiterrorista, como se lo hace en el actual proyecto que trata el Congreso. Ese dispositivo adopta la duplicación de condenas acogiéndose a una definición del concepto de terrorismo de carácter tan inespecífico, que podría utilizarse en fallos judiciales que criminalicen la protesta social. Formato antiterrorista e inespecificidad de acepción que deriva del poder y las presiones norteamericanas en los foros internacionales. El gobierno argentino se ha destacado por su voz crítica en ellos y por eso sorprende y preocupa esta adopción de un estándar internacional contradictorio con el espíritu democrático del proyecto nacional que hoy despliega.
Durante la última década nuestra región ha comenzado a desarrollar, de manera creciente, una experiencia económica, política, social y cultural esencialmente diferente de la verificada en el mundo desarrollado. Tal proceso político, dirigido a establecer esa sociedad de derechos, es incongruente con las sociedades de libre mercado. La preeminencia de lo político, tendencia verificable en gran parte de las nuevas experiencias nacionales de América latina –con marcadas heterogeneidades, indudablemente–, supone un ejercicio creativo de regulación pública creciente de aspectos económicos esenciales en el cual la ciudadanía política recupera un lugar principal respecto de las relaciones mercantiles no exento de conflictos y contradicciones. La frustración del plebiscito popular en Grecia acerca de las recetas de ajuste impuestas por el FMI, Alemania y Francia, permite realizar un poderoso contraste con la mayoría de los gobiernos latinoamericanos cuya soberanía política en materia económica se acrecienta y complejiza a través de novedosos entramados nacionales y de integración multidimensional. Si bien estos procesos no están exentos de intrincados desafíos, asociados a un exacerbado grado de transnacionalización, gestión de recursos naturales y complejos escenarios de tensión distributiva, sus características distan de constituirse en evidencia de la lógica del capitalismo central. La imaginación política regional, la búsqueda de autonomía y la voluntad integradora esencialmente crítica del neoliberalismo han abierto una variante de organización social cuya denominación constituye aún una incógnita a dilucidar recurriendo a nuevos debates todavía en ciernes. Parece apropiado evitar referencialidades semánticas a pesadas e irresueltas herencias, no renunciando sin embargo a recuperar del arcón de posguerra la voluntad de las grandes gestas humanas que, a través de distintas identidades, dirigieron su proa a idearios democráticos, populares, independientes, igualitarios y libertarios.
No es fácil darle nombre propio al tipo de sociedad que queremos, dice la Carta Abierta/10 y, ciertamente, ese nombre aparecerá cuando se pronuncie colectivamente, en el interior de la conciencia de miles y miles de personas. La unidad de América latina y el Caribe, que incluye el rechazo a las conductas imperiales y la anárquica desregulación financiera, resulta en la urgencia de una autonomía no sólo justa, sino imprescindible, frente al desastroso despliegue reaccionario en el centro del capitalismo mundial. El paradigma de la Igualdad adquiere una significación trascendente como brújula en el clima de desazón de esta época.
La recuperación y centralidad de la idea de Igualdad representa una transformación cultural en la Argentina. El trazo grueso de los cantos de sirena del neoliberalismo fue el de crecimiento y derrame: sin acción pública los estímulos de mercados y ganancias conducirían a la ampliación y eficiencia productivas que desembocarían en la reducción de la pobreza en una sociedad de desiguales para el “bien” de todos. Sin embargo, el resultado fue el estancamiento y la exclusión.
Siempre ha existido una relación contradictoria y tensa entre capitalismo e Igualdad. La extensión de los derechos civiles y políticos generalizó la ciudadanía formal, mientras que esa expansión a la vez operaba como velo de la desigualdad en el acceso a bienes y servicios. La idea liberal de un ámbito público de la política alienado de un espacio privado reservado para la economía esteriliza la potencia de la primera para transformar la segunda. Ni la Igualdad sustantiva ni la ampliación de derechos son cuestiones de mercados, sino de ciudadanía. La primacía de la política sobre la economía, la intervención pública en ésta, la sustitución del objetivo del crecimiento por el del desarrollo y el privilegio ciudadano sobre la determinación mercantil para elegir el destino estratégico de una nación son tributarios de una propuesta de profundización de la Igualdad. Esta es la inscripción del paradigma de la Igualdad proclamado por la Presidenta como objetivo de esta etapa.
V
Desde 2003 se produjo una mejora sustantiva en la distribución del ingreso, tanto que la Argentina eleva los índices promedio de la región en términos de equidad distributiva. El sistema impositivo alcanzó en 1974 su pico de equidad del siglo XX, y luego comenzó un ininterrumpido derrumbe que profundizaba constantemente su regresividad. El actual proyecto ha revertido esa tendencia alcanzando una leve progresividad al final de la década recién concluida. Las retenciones han contribuido a ese cambio. Pero el régimen impositivo sigue siendo injusto con el 20 por ciento más pobre de la población y reclama una reforma tributaria. Reforma que también es necesaria para la estabilidad estratégica fiscal. El impuesto a la renta financiera, la mayor progresividad del Impuesto a las Ganancias, la reforma en el Impuesto al Valor Agregado, la consolidación de las retenciones (inclusive recuperando la idea de retenciones móviles) y el refuerzo de las imposiciones patrimoniales provinciales son cuestiones pendientes.El crecimiento del gasto público ha contribuido a la mejora de la equidad. El significativo incremento del presupuesto educativo y el aumento del gasto en salud contribuyeron en ese sentido. La inversión realizada en esos campos requiere una renovación ahora cualitativa: una atención que no sólo descanse en la mejora de la infraestructura escolar o sanitaria. En relación con la salud pública es preciso puntualizar que no se han producido avances en importancia e intensidad equivalentes a los que sí se dieron en áreas como los derechos previsionales, humanos, educación y de generación de empleo. Se ha tendido a consolidar la inercia heredada, a contramano de las notables transformaciones que el modelo nacional y popular ha sabido generar. El control a los laboratorios, la producción pública de medicamentos y la regulación de la medicina prepaga deberían avanzar en la generalización de un sistema igualitario de salud. Hoy sólo el 1,9 por ciento del PBI se invierte en salud pública gratuita, mientras subsiste –en un sistema fragmentado– una enorme inequidad en la distribución de los recursos. Pensar la salud como política de integración social hace necesario recuperar el rol del Estado como único rector y prestador creciente y dominante, para hacer realidad la universalidad de la atención y el acceso a la salud como derechos de ciudadanía. Un derecho no es ni puede ser una mercancía, ni debe ser el mercado quien distribuya la salud y la vida.
La quita de subsidios a los ricos y a las clases medias-altas que pueden prescindir de ellos contribuye a la equidad distributiva. La reasignación presupuestaria al gasto social y a la inversión pública es de estricta justicia. La campaña mediática que designa la mayor carga como un ajuste tiene una marca clasista. No hay redistribución sin recortes del ingreso de los más pudientes. Ajustistas son las políticas recesivas y restrictivas que disminuyen la capacidad de consumo de las mayorías populares asociadas a recortes del gasto público y no así las reasignaciones progresivas de éste, que mantienen su nivel. Un cambio distributivo supone modificaciones en la lógica de consumo y de la propia estructura productiva que provee los bienes para éste.
La cuestión de la Igualdad comprende el debate clave acerca de los sectores en pugna por la distribución del ingreso. Los enfoques económicos que desde diversos sectores apuntan a detener la política de incrementos salariales, ubicándola como causa del alza de los precios y la disminución de la competitividad externa tienden a imponer un orden injusto propio de la experiencia neoliberal, pero esta vez actualizándolo bajo la forma de una peligrosa heterodoxia de raíz conservadora. Este aparente oxímoron consiste en propiciar una creciente intervención estatal en materia económica, pero amputando las políticas que diferenciaron al período abierto en 2003 –asociadas a la recuperación de los convenios colectivos de trabajo y la dinámica sindical– del programa encarnado por el duhaldismo en beneficio del poder económico concentrado local y extranjero. La competitividad externa, luego de la devaluación del peso argentino en 2002, fue conseguida a costa de fuertes transferencias de ingresos desde los trabajadores y sectores vinculados al mercado interno hacia los sectores empresarios medianos y grandes rurales y urbanos. No se explicó, entonces, por un incremento de la competitividad sistémica genuina, sólo posible por saltos tecnológicos y productivos devenidos de una conducta empresarial de fuertes inversiones, que en el caso de las grandes empresas tendió a no verificarse con el mismo dinamismo que en la década de los ’90 pese a las comparativamente altas tasas de ganancias de los últimos años. La imprescindible política de incrementos salariales sistemáticos propiciados, a partir de 2003, por los gobiernos nacionales tendió a compensar esa transferencia inicial y distribuir los beneficios de la acelerada creación de riqueza que se produjo. Con el fin de preservar el carácter progresivo de la política pública –uno de los basamentos del modelo económico– parece imprescindible encauzar el debate acerca de la inflación y el tipo de cambio hacia los complejos escenarios de la puja entre sectores sociales por la distribución del excedente, ejercicio que implica analizar precios, tasas de ganancia, productividad, inversiones y salarios de manera conjunta. Ello supone en sí una renovada acción estatal, tanto técnica como política, sostenida por un debate público, como expresión evidente de la metáfora presidencial de “sintonía fina”.
Mucho se hizo en estos años en pos de la afirmación de la Igualdad. Lo hizo un gobierno componiendo a su alrededor un conjunto de alianzas. No fue menor el lugar que tuvo y tiene en esa alianza el sindicalismo mayoritario. Organizaciones remisas a revisar las lógicas de poder que las estructuran –y que las llevan al reconocimiento de cercanías que son claramente corporativas, como la defensa de algunos dirigentes que son juzgados por delitos económicos, delitos inaceptables desde cualquier percepción efectiva de la defensa de los derechos de los trabajadores–, pero al mismo tiempo forjadas en la protección de los derechos de los asalariados formales. El grupo que hoy conduce la CGT se templó en la resistencia de los años ‘90 y desde 2003 para aquí articuló alianzas al tiempo que sostuvo la mejora de los salarios y la ampliación de derechos. Un contexto de expansión de la demanda laboral y de paritarias reconocidas lo hizo crecer y afirmarse. Hoy aparecen, enfáticamente anunciadas, oscuridades en esas alianzas.
No es fácil, nunca, orientarse en las coyunturas que son pródigas en ambigüedades, en componer hilos heterogéneos, en presentarse con rostros ambivalentes. Pero todo ello no puede evitar una nitidez que sigue presente: la política argentina sigue teniendo un trazo fundamental que distingue entre un bloque de la reacción y un movimiento –complejo y múltiple– que apuesta por la Igualdad. Es inimaginable que los trabajadores argentinos y sus representaciones sindicales elijan el camino de la reacción, arrojándose a los brazos de aquellos que hasta ayer nomás se decían sindicalistas para defender intereses patronales o para actuar como emisarios de la corrosión de la legitimidad institucional. Porque la CGT conducida por Hugo Moyano no tiene nada que ver con un gastronómico de las barras brava ni con un dirigente de peones rurales que pone a sus afiliados como carne de cañón para un paro patronal. Habrá nubarrones en la coyuntura, oscuridades que opaquen la nitidez, habrá que renovar –para despejarlos– un compromiso común, un compromiso hecho de tensiones, diálogos, conflictos y disidencias, pero sustentado sobre un acuerdo necesario: el de profundización de la Igualdad, el de ampliación de derechos.
VI
El paradigma de la Igualdad como el que se avizora requiere de la autonomía nacional. Un problema central y estructural subsistente e intacto es la extranjerización de la economía. La concentración más esa extranjerización, profundizadas deliberadamente por las políticas neoliberales, contribuyen a una persistente fuga de capitales. Durante los ’90 se financiaba con endeudamiento y hoy se lo hace con las divisas del superávit comercial, conseguido como resultado de la actual política económica y de las condiciones de la economía mundial. Así, el resultado del esfuerzo común es girado al exterior por los más poderosos, que cuanto más ganan más giran. Las constantes remesas de utilidades revelan que la Igualdad no constituye un objetivo exclusivamente social, sino un problema nacional. Así, a la exigencia de mayor inversión se agrega el requerimiento de renacionalizar la economía. Las filiales de las empresas transnacionales orientan su política, mucho más, por las necesidades y lógicas de sus casas matrices que por las definiciones, estímulos y objetivos de la política económica local. Una nueva ley de inversiones extranjeras es necesaria para proveer un marco regulatorio que permita al Estado fijar políticas.Pendiente está, en función de la profundización de la Igualdad, una legislación justa sobre la posesión de la tierra urbana y rural. El proyecto de ley actualmente en discusión constituye un primer paso. Los desalojos de los humildes y la prepotencia de quienes los llevan a cabo han causado derramamiento de sangre y muertes. La legislación necesaria implica un debate respecto del derecho de propiedad, que por cierto se originó como todos los derechos civiles como reivindicación de los más débiles frente a los más fuertes. La conquista de los montes por parte de los sojeros tiene la misma lógica que la conquista del desierto del siglo XIX. Se despliega como una violación del derecho de propiedad comunitaria para la vida y la cultura de comunidades enteras, destruyendo los derechos de los pueblos originarios y de los campesinos para establecer otros nuevos, que protejan la apropiación de medios de producción por una clase objetivamente vinculada con la restauración del modelo derrotado en 2001. Apropiación típica de los conquistadores, por medio de la expulsión de campesinos de sus tierras. La solución del hábitat urbano y rural es, tal vez, la que atendería los problemas de mayor injusticia y violencia, resultantes de inequidades desgarrantes.
La marginación del ideario del desarrollo y su empobrecimiento al subsumirlo en los conceptos de crecimiento y derrame fueron tributarios de la sanción de leyes financieras que retiraron al Estado de la función de direccionamiento del crédito. Nuevas leyes que regulen el funcionamiento de las entidades, las funciones del Banco Central –que incluyen la recuperación del poder estatal para articular la política monetaria con las otras políticas públicas– y los derechos, acceso y protección a los usuarios del crédito significarán la derogación y el reemplazo de la que fuera la ley de leyes de la política económica de la dictadura terrorista: la Ley de Entidades Financieras y, también, de la carta orgánica del Banco Central, columna vertebral de la financiarización.
La vibrante defensa de Cristina Fernández de la gestión en Aerolíneas Argentinas, la estatización que dio origen a Aysa y las diferencias de eficiencia en la gestión pública de los fondos jubilatorios aplicados a proyectos de desarrollo habilitan una vía de profundización sostenida en la recuperación de la gestión empresaria del Estado. Quedó agotado el discurso de la ineficiencia pública respecto de la virtud de la privada. El desempeño del Banco Nación durante las crisis y en el estímulo del crédito productivo, frente a la conducta lucrativa de corto plazo de una banca extranjera especializada en créditos personales –colocados a altas tasas–, muestra otro contraste que abunda en el fundamento del colapso de esa creencia. Así, el empeoramiento del balance de divisas en el sector energético alerta sobre una insuficiencia exploratoria del capital privado en la industria petrolera. La mejora en el planeamiento y la regulación y la recuperación de la centralidad empresaria estatal en ese sector no sólo atenderían a requerimientos del proceso de desarrollo, sino que también crearían condiciones para generar estrategias económicas que no desdeñen el cuidado del medio ambiente, a la vez que afirmarían el camino de la autonomía nacional.
VII
Si se postula una sociedad de derechos, es impensable avanzar sin la idea del plan. Una sociedad de mercados es una sociedad sin plan, porque la organización de ésta opera indirectamente por el peso de la pura correlación de fuerzas de los poderes económicos. En cambio, la construcción de una sociedad de derechos requiere de la participación ciudadana en las decisiones. Participación cuya fuerza quedó demostrada en la forja de la ley de medios, en su discusión por múltiples foros y en la creación de una sensibilidad social sobre su importancia. No debe ser ése un caso aislado sino el umbral para políticas renovadas en las que se apele a una capilar politización de lo cotidiano. O, dicho de otro modo, en el que se conjugue la igualdad más profunda: aquella que nos hace sujetos políticamente autónomos, capaces de opinar, juzgar, comprometerse y decidir.Una sociedad movilizada, una opinión pública capaz de forjarse en los debates y no en ningún pensamiento único, una dirigencia capaz de asumir desafíos renovados, un vasto conjunto de militancias heterogéneas y diferentes configuran un escenario promisorio para el año que se abre. Los desafíos son profundos y las interpretaciones que se conjuguen deberán estar a la altura. No es tiempo de tratos maniqueos con el pasado ni de juicios sumarios sobre la Historia, más bien lo es de recostar nuestra experiencia política sobre la diferencia que establece con otros momentos, pero también para que su actual complejidad ilumine la del pasado. Porque somos enfáticos habitantes del presente, debemos ser comprensivos visitantes de lo sucedido. A sabiendas de que los tiempos nos exigen una imaginación política renovada y un compromiso colectivo para pronunciar las palabras justas. Aquellas que nos permitan afirmar la Igualdad.
¿Tenes ganas de pelotudearme todavía?
Yo no me hago el loco, yo estoy loco, yo no me hago el otsider, soy un outsider, yo no le temo a la muerte. Conozco el rostro verdadero de las cosas.Y si bien no soy gorila y conozco la argumentación así llamada, también las ambiguedades a tener en cuenta. Yo no soy obsecuente, ni cagon, ni tu hijo ni el de nadie porque me hice bien solito pelotudo.
Entonces, a todos los que se deleitan tanto en picarme y que tanto les gusta llevarme o ponerme bajo emoción violenta, lo que me nace decirles es nunca dí pelea para ganar, hubiese hecho otra cosa de ser así. Y si hay gente canalla que se aprovecha de todo es tu ingenuidad inexistente, con lo cual debo llamarla maldad, la que nunca me protegió de nada porque siempre disfrutó año tras año de verme en carne viva.
Terrorismo es llegar a una casa sin familia, sin dinero, sin vida, donde miles de documentos aseguran el horror de estar muerto hablando con muertos que uno extraña y que sabe que no estan por culpa de gente que realmente no siente nada por nadie.
Si lo deseas hablamos ahora del desprecio del Radichetismo por el sindicalismo.
Te reitero, que pasa si algunos dibujantes pergeñan cruzadamente ante sus amistades joderme la cabeza?
¿Cual era el permiso que los asistía? Ninguno, y de hecho comenzaron a usarme como carne de cañón para mutuamente propinarse golpes políticos. Esos son sus valores señores.
Lo siguiente es un homenaje al comentario que un amigo de los supuestos san jo le deja a puto, aunque el personaje del blog enlace modificó lo que publicó de Cristina http://elhumordeputo.blogspot.com/2011/09/la-ultima-pagina-para-barcelona.html?showComment=1325630045902#comment-c6787817302732072357 y pese a que los dibujantes que aparecían juntos se fueron separando...
si claro
09/09/2011
5 comentarios:
- good bye PUTO
- nooooooouuuuu!! era en serio??? Porfa, no me abandones Puto que voy a hacer sin tus ironiás????
- VOLVE PUTO!
- Este no es el fin del humor político, es el comienzo de una nueva etapa de renacimiento. Yo sé que ahora los periodistas que se consideran serios también se hacen los piolas y hacen chistes, entonces es momento de ser más agresivos y sarcásticos que nunca en el humor. No hay que dejar que los políticos se sientan cómodos, NUNCA MAS. Vi a Rodriguez Saa con saco blanco ofreciendo WIFI ¿Y sabés que paso al otro día? NADA. Vi a Hebe diciendo que su fundación no robó nada a nadie ¿Y sabés que paso al otro día? NADA. El día de las elecciones vi a Bodou yendo a votar en una Harley Davidson con su camperita de pelotudo rebelde, y me dije ¡Como lo van a defenestrar mañana! ¿Y sabés que pasó? NADA. ¿Qué demonios les pasa a los humoristas? ¿Dónde quedó el legado de la revista Humor? Si supiera dibujar mas o menos bien estoy seguro que voy a aparecer flotando en el río en menos de dos meses, pero con la dignidad del trabajo bien hecho, no como todos estos humoristas sin valor. Con todo respeto Puto.
- Coincido con Andrés, es terrible la de alcahuetes y cagones que hay en los medios, en el menemismo el humor era la industria de la abundancia, página 12 con sus ediciones locas donde sacaban un diario en papel amarillo al otro día de ser acusados por Carlos Menem K de amarillismo. Es terrible que no haya un puto espacio en los medios para el humor y ni hablar de la crítica...
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