La Institución policial que supimos conseguir
(AW)Como parte del panorama repudiado y acostumbrado de resonantes casos de gatillo fácil sobre cuerpos adolescentes y desvalidos, esta vez penetró en la persona de Alan Stéfano Tapia quien no poseía ningún tipo de antecedente penal, cursaba el quinto año del secundario y hoy iba a empezar a dar clases de tango en las colonias de la Universidad de Buenos Aires. Ocurrió en un operativo policial en Barrio Mitre de Saavedra, ciudad de Buenos Aires. La estadística responsable asegura que pronto se acerca el gatillo fácil a diario.
Jueves 16 de febrero de 2012 .- Reproducimos Comunicado de Prensa de Movimiento Libres del Sur Capital
DENUNCIAMOS UN GRAVE CASO DE GATILLO FÁCIL EN LA CIUDAD
Un joven de 20 años fue asesinado en el día de ayer por parte de miembros de la Policía Federal que realizaban un operativo en el Barrio Mitre, Saavedra. Se trata de Alan Stéfano Tapia quien no poseía ningún tipo de antecedente penal, cursaba el quinto año del secundario y hoy iba a empezar a dar clases de tango en las colonias de la Universidad de Buenos Aires .
En la mañana del día de ayer, por una orden emitida por el Juzgado de Menores N° 7 Sec. 19, el Grupo GEOF (cuerpo de elite) de la Policía Federal allanó varias casas del Barrio Mitre, en busqueda de 2 menores. Al entrar en la casa de Alan, en donde en realidad buscaban a su hermano, tiraron al piso al abuelo y luego entraron en el cuarto de Alan y le dispararon un balazo en el estómago. El joven murió en el hospital Pirovano poco tiempo después.
La referente del Movimiento Libres del Sur, Laura González Velasco, afirmó: "Se trata claramente de un caso más de Gatillo Fácil. Queremos mostrar todo nuestro apoyo a la familia de Alan, que además fueron detenidos injustamente por resistencia a la autoridad cuando en realidad reclamaban que se asistiera a su hijo. La represión se está tornando moneda corriente y le reclamamos una pronta respuesta tanto al Gobierno Nacional como al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires".
Jueves, 16 de Febrero de 2012 22:22 |
El informe de impacto ambiental prueba que La Alumbrera utilizó cianuro
(AW)El pasado martes la gobernadora de Catamarca fue contundente: "Bajo La Alumbrera no utilizó nunca cianuro". Lejos de esto, ya en el año 1998 la empresa declaró haber utilizado 700 toneladas de cianuro anuales. Un ingeniero que fue inspector de calidad ambiental de la misma minera alerta que la empresa no reparó las filtraciones detectadas en 1997 en el gigantezco dique de cola, donde se depositan los desechos del proceso de extracción.
Audio La Retaguardia
En un llamado de La Retaguarda a Javier Rodríguez Pardo, especialista e integrante de las UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas) aportó este documento, que es una copia exacta del folio 231, Tomo I, del Informe de Impacto Ambiental (IIA) de la minera La Alumbrera. Registrado y autenticado por la Secretaría de Minería de Catamarca el 23 de abril de 1999. El Informe de Impacto ambiental fue de Knigt Piésold and Co. para Minera Alumbrera Limited.
CIANURO DE SODIO 700 TONELADAS AL AÑO - 35 CAMIONES AL AÑO - CLASIFICACIÓN 6= susbstancias tóxicas e infecciosas.
A su vez en declaraciones a Radio Universidad Calf de Neuquén emitidas en Informativo FARCO el Ingeniero en Minas Héctor Nieva, ex inspector de calidad ambiental en Minera Alumbrera, confirmó que la compañía que opera hace 15 años en Catamarca "impactó el medio ambiente", Nieva aseguró que la empresa no reparó las filtraciones detectadas en 1997 en el gigantezco dique de cola, donde se depositan los desechos del proceso de extracción. Según expresó , "se probó en el año 1997 ante la presencia de autoridades provinciales, de la empresa y pobladores, y perdía por todos lados" y afirmó que "el dique de cola se conecta hidráulicamente con la cuenca del río Vis Vis".
El ingeniero Héctor Nieva integró el equipo de Inspectores de Calidad Ambiental de la provincia de Catamarca y fue separado de su función cuando alertó sobre los problemas del dique de cola de Minera Alumbrera. Según su relato, en el problema generado por las filtraciones que se detectaron "hubo responsabilidades por parte de la empresa y por parte del estado provincial porque si se hubiera impermeabilizado, hubiéramos tenido confinado el problema al área de concesión, hubiésemos tenido un área de sacrificio, como dice la gente. Pero al no haber impermeabilizado hemos trasladado todos esos solubles río abajo. Es un hecho gravísimo y lo van a padecer las generaciones futuras".
EN EL CENTRO CULTURAL ROJAS DE LA UBA | | | |
Jueves, 16 de Febrero de 2012 23:16 |
Despidieron a todo el cuerpo de delegados
(AW)La Asociación Gremial Docente (AGD) informó que las autoridades del CC Rojas despidieron hoy a los y las docentes miembros de la gremial que venían denunciando desde hace más de un año la precarización contractual en la que se encuentra el centro. Reproducimos Comunicado
ACTO POR LA REINCORPORACIÓNMiércoles 22 de febrero, 8hs. EN EL CENTRO CULTURAL RICARDO ROJAS( Avenida Corrientes 2038)
ES UN ACTO INAUDITO DE PERSECUCIÓN GREMIAL, ABSOLUTAMENTE DEPLORABLE Y ANTI-DEMOCRÁTICO.
SOLO QUEREMOS DECIRLE A LOS QUE HAN TOMADO ESTA DECISIÓN COMPLETAMENTE ANTI-CONSTITUCIONAL, QUE ESTO RECIÉN EMPIEZA. LOS y LAS DOCENTES DEL ROJAS NO NOS VAMOS A QUEDAR CALLADOS.
ESTA ACCIÓN MERECE EL REPUDIO DE TODA LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA. LLAMAMOS A TODAS LAS ORGANIZACIONES DOCENTES, ESTUDIANTILES, SOCIALES Y POLÍTICAS A SOLIDARIZARSE CON NUESTRA LUCHA, QUE ES LA LUCHA DE TODOS.
LA DECISIÓN QUE ADOPTARON LAS AUTORIDADES DEL ROJAS NO PUEDE QUEDAR IMPUNE.
LOS DESPIDOS EN EL ROJAS NO PASARÁN
AGD-ROJAS
Asociación Gremial Docente del Centro Cultural Ricardo Rojas
La AGD UBA denuncia el despido de cinco docentes, delegados del sindicato en el Centro Cultural Ricardo Rojas, dependiente del Rectorado de la UBA, y convoca a docentes, organizaciones sindicales, sociales, centros de estudiantes y la FUBA a solidarizarse y a estar presentes el próximo miércoles 22, a las 8hs., en la puerta de la sede central, en la Avenida Corrientes 2038, para reclamar su inmediata reincorporación.
Desde mediados del año pasado, los compañeros comenzaron a convocar a las primeras reuniones docentes para organizar una comisión interna en el Rojas que recogiera y planteara a las autoridades los problemas de los trabajadores docentes: el congelamiento salarial desde hace dos años y la precariedad de sus condiciones laborales (como contratados durante años), entre los principales reclamos.
Desde diciembre, la AGD viene reclamando a la dirección del Centro Cultural una reunión entre el sindicato y los delegados para llevar esos planteos y abrir una mesa de negociación, algo inexistente en una institución que flexibiliza a todos los docentes.
La decisión de dejar en la calle a los delegados, quienes se vienen desempeñando desde hace años en la institución, atenta contra los más elementales derechos de los trabajadores a organizarse, a elegir a sus representantes y a que esos representantes estén protegidos frente a la arbitrariedad y autoritarismo de las patronales.
Exigimos a la Dirección del Rojas y al Rectorado de la UBA la reincorporación inmediata de los cinco compañeros y compañeras despedidos.
Convocamos a todas y todos al acto del miércoles 22, 8hs., en la puerta de la sede del CCR Rojas 2038.
AGD
Asociación Gremial Docente (AGD) de la UBA
Jueves, 16 de Febrero de 2012 22:47 |
Retomar históricas luchas contra el poder patronal
(AW)La conflictividad laboral es un continuo histórico y universal bajo el binomio capital-trabajo. Hoy tiene su turno la precarización laboral o dicho más sencillo: el trabajo en negro. Un clásico embate que enfrenta el derecho laboral argentino para velar por el respeto de los trabajadores y sus derechos reconocidos en el artículo 14 de la Constitución Nacional o de la Asamblea General de las Naciones Unidas que proclama: "Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria que le asegure una existencia conforme a la dignidad humana", entre otras históricas y encendidas declaraciones. Estos contenidos jamás realizados son una denuncia permanente de traición e injusticia porque los derechos existen si se los ejerce. En este sentido, Marcelo Colussi aporta una reseña histórica más datos de actualidad. También abre puertas para el debate, globalizar la resistencia, recuperar identidades sindicales y que los ricos sean menos ricos.
Por Marcelo Colussi
El mundo moderno basado en la industria que inaugura el capitalismo hace ya más de dos siglos ha traído cuantiosas mejoras en el desarrollo de la humanidad. La revolución científico-técnica instaurada y sus avances prácticos no dejan ninguna duda al respecto. Las relaciones laborales que se constituyen en torno a esta nueva figura histórica igualmente condujeron a adelantos en el ámbito del trabajo.
Si bien es cierto que en los albores de la industria moderna las condiciones de trabajo fueron calamitosas, no es menos cierto también que el capitalismo rápidamente encontró una masa de trabajadores que se organiza para defender sus derechos y garantizar un ambiente digno, tanto en lo laboral como en la vida cotidiana. El esclavismo, la servidumbre, la voluntad omnímoda del amo van quedando así de lado. Los proletarios asalariados también son esclavos, si queremos decirlo así, pero ya no hay látigos.
Ya a mediados del siglo XIX surgen y se afianzan los sindicatos, logrando una cantidad de conquistas que hoy, desde hace décadas, son patrimonio del avance civilizatorio de todos los pueblos: jornadas de trabajo de ocho horas diarias, salario mínimo, vacaciones pagas, cajas jubilatorias, seguros de salud, regímenes de pensiones, seguros de desempleo, derechos específicos para las mujeres trabajadoras en tanto madres, derecho de huelga. A tal punto que para 1948 -no ya desde un incendiario discurso de la Internacional Comunista decimonónica o desde encendidas declaraciones gremiales- la Asamblea General de las Naciones Unidas proclama en su Declaración de los Derechos Humanos que "Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria que le asegure una existencia conforme a la dignidad humana. Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas." Es decir: consagra los derechos laborales como una irrenunciable potestad connatural a la vida social.
Mal o bien, sin dudas con grandes errores no corregidos en su debido momento pero al menos no olvidándolos en sus idearios, los socialismos reales desarrollados durante el siglo XX -los Estados obreros y campesinos- impulsaron y profundizaron esas conquistas de los trabajadores. En otros términos: hacia las últimas décadas del pasado siglo esos derechos ya centenarios podían ser tomados como puntos de no retorno en el avance humano, tanto como cualquiera de los inventos del mundo moderno: el automóvil, el televisor o el teléfono. Por cierto no sólo en los países socialistas: las conquistas laborales son ya avances de la humanidad. Pero las cosas cambiaron. Y demasiado. Cambiaron demasiado drásticamente, a gran velocidad en estas últimas décadas.
Con la caída del bloque soviético y el final de la Guerra Fría el gran capital se sintió vencedor ilimitado. En realidad no fue que "terminaron la historia ni las ideologías", como el triunfalista discurso del momento lo quiso presentar: en todo caso, ganaron las fuerzas del capital sobre las de los trabajadores, lo cual no es lo mismo. Ganaron, y a partir de ese triunfo -la caída del muro de Berlín, vendido luego en fragmentos, es su patética expresión simbólica- comenzaron a establecer las nuevas reglas de juego. Reglas, por lo demás, que significan un enorme retroceso en avances sociales. Los ganadores del histórico y estructural conflicto -las luchas de clases no han desaparecido, aunque no esté de moda hablar de ellas- imponen hoy las condiciones, las cuales se establecen en términos de mayor explotación, así de simple (y de trágico). La manifestación más evidente de ello es, seguramente, la precariedad laboral que vivimos.
Todos los trabajadores del mundo, desde una obrera de maquila latinoamericana o un jornalero africano hasta un consultor de Naciones Unidas, graduados universitarios con maestrías y doctorados o personal doméstico semi analfabeto, todos y todas atravesamos hoy el calvario de la precariedad laboral.
Aumento imparable de contratos-basura (contrataciones por períodos limitados, sin beneficios sociales ni amparos legales, arbitrariedad sin límites de parte de las patronales), incremento de empresas de trabajo temporal, abaratamiento del despido, crecimiento de la siniestralidad laboral, sobreexplotación de la mano de obra, reducción real de la inversión en fuerza de trabajo, son algunas de las consecuencias más visibles de la derrota sufrida en el campo popular. El fantasma de la desocupación campea continuamente; la consigna de hoy, distinto a las luchas obreras y campesinas de décadas pasadas, es "conservar el puesto de trabajo". A tal grado de retroceso hemos llegado que tener un trabajo, aunque sea en estas infames condiciones precarias, es vivido ya como ganancia. Y por supuesto, ante la precariedad, hay interminables filas de desocupados a la espera de la migaja que sea, dispuestos a aceptar lo que sea, en las condiciones más desventajosas. ¿Progresa el mundo? Visto desde la lógica de acumulación del capital: sí, porque cada vez acumula más. Visto de las grandes mayorías trabajadoras: ¡definitivamente no! Por el contrario, se vive un claro retroceso.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alrededor de un cuarto de la población planetaria vive con menos de un dólar diario, y un tercio de ella sobrevive bajo el umbral de la pobreza. Hay cerca de 200 millones de desempleados y ocho de cada diez trabajadores no gozan de protección adecuada y suficiente. Lacras como la esclavitud (¡esclavitud!, en pleno siglo XXI -se habla de cerca de 30 millones en el mundo-) o la explotación infantil continúan siendo algo frecuente y aceptado como normal. El derecho sindical ha pasado a ser rémora del pasado. La situación de las mujeres trabajadoras es peor aún: además de todas las explotaciones mencionadas sufren más todavía por su condición de género, siempre expuestas al acoso sexual, con más carga laboral (jornadas fuera y dentro de sus casas), eternamente desvalorizadas. Definitivamente: si eso es el progreso, a la población global no le sirve.
¿Qué hacer ante todo esto? Resignarnos, callarnos la boca y conservar mansamente el puesto de trabajo que tenemos, o pensar que la lucha por la justicia es infinita, y es un imperativo ético no bajar los brazos. Si optamos por lo segundo, podemos:
• Informar pormenorizadamente de lo que está pasando aprovechando todos los canales alternativos, contar las cosas desde otra perspectiva, ya que los medios de comunicación oficiales presentan la noticia según los intereses políticos y económicos del poder.
• Crear foros de debate para discutir sobre las injusticias y el reparto de la riqueza en el mundo, para ver cómo sensibilizar y hacer tomar conciencia a las grandes masas respecto a estas problemáticas.
• Movilizar a la gente por medio de la manifestación y huelga en protesta por los recortes sociales.
• Conocer y hacer conocer en detalle, exigir y reivindicar la Tasa Tobin para redistribuir mejor la riqueza mundial.
• Globalizar las resistencias, unir nuestras fuerzas, apoyarnos mutuamente en nuestras reivindicaciones y denuncias.
• Retomar banderas históricas de la lucha sindical, hoy caída prácticamente en el olvido, desvalorizada y cooptada por un discurso patronalista.
Si es cierto -siguiendo el análisis hegeliano- que "el trabajo es la esencia probatoria del ser humano", hoy, dadas las actuales condiciones en que vivimos, ello no parece muy convincente. De nosotros, de nuestra lucha y nuestro compromiso depende hacer realidad la consigna que "el trabajo hace libre". |
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