Bilderberg y la guerra de Malvinas (Daniel Estulin)

La guerra de las Malvinas, un conflicto totalmente manufacturado entre una ‘nación agresora’, la dictadura argentina, y un país ‘amante de la libertad’, Gran Bretaña, dio al Nuevo Orden Mundial la oportunidad de mostrar su impresionante arsenal y así advertir a cualquier nación de las consecuencias de no someterse totalmente. “El sometimiento del Gobierno argentino, seguido del caos económico y político de la nación, estuvo planeado por Kissinger Associates, en asociación con Lord Carrington”, según confirman mis propias fuentes de investigación, en este caso uno de los principales agentes del MI6 convertido ahora en un cruzado anti Nuevo Orden Mundial.

Ronson escribió un libro titulado ‘Adventure with Extremists’ (Picador, 2001, en el que describe cómo durante la Guerra de las Malvinas, el gobierno británico pidió que se aplicaran sanciones internacionales contra la Argentina, pero se encontró “con una dura oposición. En un encuentro Bilderberg, en Sandefjord, Noruega, David Owen, miembro del Parlamento británico, pronunció un encendido discurso a favor de las mismas. Ese discurso torció muchas voluntades. Estoy seguro de que muchos ministros de Asuntos Exteriores volvieron a sus países para transmitir el mensaje de Owen. Por supuesto, las sanciones llegaron”. La hermosa historia de la cooperación internacional entre países es simplemente una falsedad. La realidad es mucho más macabra, con muchos muertos “desparramados en el camino de los universalistas”.

La operación argentina fue diseñada por el Instituto Aspen, de Colorado, que, a su vez, está controlado por los Rockefeller. Si la caída del sha de Irán tuvo que ver con el comercio de drogas, en la guerra de Malvinas el asunto tenía que ver con la energía nuclear y el necesario objetivo de los bilderbergs de
conseguir el crecimiento cero.
El objetivo del Club es desindustrializar al mundo mediante la supresión del desarrollo científico, empezando por USA. Por eso, no le convienen los experimentos sobre fusión como posible fuente de energía nuclear.
Como dice otra vez John Coleman, en ‘Committee of 300’, “el desarrollo de una fuente de energía como la fusión nuclear no interesa, ya que echaría por la borda el argumento de los ‘recursos naturales limitados’. Esta fuente de energía, debidamente empleada, podría crear recursos naturales ilimitados a partir de sustancias ordinarias. El beneficio para la humanidad rebasa la comprensión del público”.
¿Por qué los seudodefensores del medio ambiente financiados por las multinacionales odian tanto la energía nuclear? Porque las centrales de energía nuclearpodrían producir electricidad abundante y barata, “lo cual es clave para sacar a los países del Tercer Mundo de la pobreza”.
Coleman explica que “los países del Tercer Mundo se independizarían gradualmente de USA, ya que no necesitarían ayuda externa. Esto les permitiría afirmar su soberanía”.
Menor ayuda externa significa menor control externo de los recursos naturales de un país y mayor independencia de su pueblo. La idea de que los países se manejen por sí mismos simplemente les revuelve el estómago a todos los miembros del Club y a sus adláteres. Los bilderbergs vieron que sus planes de crecimiento cero pos industrial se iban a pique y decidieron “dar una lección ejemplar a la Argentina y a los demás países latinoamericanos. Debían olvidarse de cualquier idea de nacionalismo, independencia e integridad soberana”. La elección de la Argentina no fue casual. Se trata del país más rico de Sudamérica y proporcionaba tecnología nuclear a México, lo cual disgustaba a los miembros del Club. La guerra de las Malvinas acabó con esa colaboración. Sin duda, es mucho mejor tener a México como fuente de mano de obra barata que como un interlocutor comercial al mismo nivel. Debido al constante bombardeo de propaganda negativa, pocos estadounidenses se dan cuenta de que Latinoamérica es un mercado potencial muy importante para USA. Allí pueden vender de todo, desde tecnología a bienes industriales pesados. Como John Coleman afirma, indignado, “actividades que dan trabajo a miles de estadounidenses y que inyectan dólares a todo tipo de empresas”.

Bilderberg y la guerra de Malvinas (Daniel Estulin)

Derechos Human Rights

Sin Marcos

Derecho a la Libre Expresión

El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial a la lucha para el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin la habilidad de opinar librememte, de denunciar injusticias y clamar cambios - el hombre está condenado a la opresión.

Por estas mismas razones, el derecho a la libre expresión es uno de los más amenazados, tanto por gobiernos represores que quieren impedir cambios, como por personas individuales que quieren imponer su ideología o valores personales, callando los otros.

La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo. Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más ofensiva que la consideremos, es respetar nuestra propia libertad de palabra.

Derechos Human Rights está comprometido con la lucha por la libertad de expresión definida en los términos más amplios. Esta página está concevida como un lugar donde encontrar información básica sobre que significa la libertad de expresión. Recién se inicia, así que apreciamos su colaboración con información, artículos y enlaces que agregar.


Libertad de Expresión en la Legislación Internacional y Comparada

Jurisprudencia Internacional sobre la Libertad de Expresión

    Corte Interamericana de Derechos Humanos

  • Fallo sobre la Ultima Tentación de Cristo
    Feb. 2001

  • La Colegiación Obligatoria de Periodistas
    (Arts. 13 y 29 Convención Americana Sobre Derechos Humanos), Opinión Consultiva del 13 de noviembre de 1985
    Dicidiendo "que la colegiación obligatoria de periodistas, en cuanto impida el acceso de cualquier persona al uso pleno de los medios de comunicación social como vehículo para expresarse o para transmitir información, es incompatible con el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos."

  • Exigibilidad del Derecho de Rectificación o Respuesta
    (Arts. 14.1, 1.1 y 2 Convención Americana Sobre Derechos Humanos), Opinión Consultiva del 29 de agosto de 1986

    Comisión Interamericana de Derechos Humanos

  • Informe sobre la Comptabilidad entre las Leyes de Desacato y la Convención Americana sobre Derechos Humanos

  • Verbitsky v. Argentina
    Solución Amistosa, 1995 - en la cual Argentina concordó quitar la ley de desacato.

  • Martorell v. Chile
    1996 - Caso en que las cortes chilenas prohibieron la distribución de un libro en Chile por considerarlo violatorio del derecho a la privacidad de un sujeto del libro. La Comisión también declara que la prohibición contra la censura previa es absoluta (salvo la excepción permitida en la Convención sobre espectáculos para menores), y que Chile violó el derecho de libre expresión del peticionario al prohibir la distribución del libro.

Doctrina

Cuerpos de Protección a la Libertad de Expresión

El Derecho a la Réplica

El derecho a la libre expresión, y más especificamente la liberta de prensa, están de vez en cuando en pugna con otros derechos. Este es el caso con el derecho a la réplica. Una parte fundamental del derecho a la libre expresión es el derecho a no ser obligado a expresar algo contrario a la propia conciencia. Por lo tanto, el derecho a la replica - el derecho a contestar atraves del mismo medio acusaciones ofensivas - es una limitación clara del derecho a no decir lo que uno no quiere. El derecho a la réplica es parte de la Convención Americana por los Derechos Humanos, pero va en contra de el derecho constitucional a la libertad de expresión en varios países.

ONGs que trabajan por la Libertad de Expresión


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jueves, 16 de febrero de 2012

Lo que Reich dijo de cómo puede ser que se vayan volviendo fachitos sin darse cuenta


1.—La divergencia
El movimiento alemán de liberación anterior a Hitler se basaba en la teoría
económica y social de Carlos Marx. Para alcanzar la comprensión del fascismo alemán hay
que partir, por lo tanto, del conocimiento del marxismo. Durante los meses que siguieron a
la toma del poder por parte del nacionalsocialismo alemán, era posible percibir que incluso a
aquellos que a lo largo de años habían dado prueba de firmeza revolucionaria y de espíritu
de sacrificio en favor de la libertad, les asaltaba la duda en cuanto a la justeza de la
concepción fundamental del marxismo en materia de evolución social. Esta duda se basaba en
un hecho que, si bien a primera vista era incomprensible, resultaba irrefutable: el fascismo,
que por sus objetivos y su esencia se presentaba como la expresión más extrema de la
reacción política y económica, se había convertido en un fenómeno internacional y en
muchos países hacía retroceder,, de modo manifiesto e innegable, a los movimientos
socialistas revolucionarios. El hecho de que arraigara con más vigor en los países muy
industrializados no hacía más que agravar el problema. Al fortalecimiento del nacionalismo
internacional correspondía el fracaso del movimiento obrero en una fase de la historia
moderna que, si se cree a los marxistas, "estaba económicamente madura para producir la
dislocación del modo de producción capitalista". A ello se añadía el recuerdo persistente de
la incapacidad de la Internacional obrera al comienzo de la Primera Guerra Mundial y el
estrangulamiento de los movimientos revolucionarios de 1918 a 1923 fuera de Rusia. Todas
estas dudas se basaban en acontecimientos de una gravedad especial; si resultaban justificadas,
si la tesis fundamental de Marx era inexacta, se hacía necesaria una reorientación
tajante del movimiento obrero que le permitiera alcanzar su fin; si, por el contrario, las
dudas no estaban justificadas, si la tesis sociológica fundamental de Marx era exacta, se
hacía imprescindible un análisis profundo y detallado de las causas del fracaso crónico del
movimiento obrero; era también necesario explicar la génesis de un movimiento de masas de
género nuevo, el fascismo. Solamente de este modo podía volverse a impulsar la actividad
revolucionaria.
La situación carecía de salida al no poder resolverse en ninguno de los dos sentidos,
puesto que era evidente que el recurso a la "conciencia revolucionaria de la clase obrera",
el método grato a Emile Coué consistente en cubrir con un velo las derrotas y en embellecer
los hechos desagradables recurriendo a las ilusiones, no podía conducir al éxito. Ya no era
bastante tampoco con afirmar que el movimiento obrero "estaba en marcha", que luchaba
aquí y allá, que organizaba huelgas, que lo que importa no es avanzar, sino no perder
terreno con respecto al avance y al fortalecimiento de la reacción política.
El interés que a la solución de estos problemas aporta el joven movimiento democrático
de la economía sexual es doble: por un lado, el movimiento se reconoce parte integrante
de la lucha de liberación social en general; de otro, es consciente del hecho de que la
realización de sus objetivos se halla indisolublemente ligada a la realización de los objetivos
de la democracia natural del trabajo. Nosotros intentaremos por lo tanto partir del movimiento
obrero para explicar dónde se dan las convergencias entre los problemas que
específicamente se relacionan con la economía sexual y aquellos que, de un modo más
general, se refieren a la sociología.
Hacia los años de 1930 era frecuente en Alemania escuchar a revolucionarios honestos e
inteligentes, aunque imbuidos de una mentalidad nacionalista y metafísica, del género
de Otto Strasser, que en ciertas reuniones les hacían el reproche siguiente a los
marxistas: "Vosotros marxistas os declaráis normalmente partidarios de la doctrina de
Carlos Marx. Marx enseñaba que la teoría encuentra su confirmación en la práctica. Y,
sin embargo, todo lo que sabéis hacer es justificar las derrotas de la Internacional Obrera.
Vuestro marxismo ha fracasado. La derrota de 1914 la explicáis por la «deserción de la
social democracia», la de 1918 por su «política de traiciones» y sus ilusiones. Ahora esgrimís
otros argumentos que justifican la tendencia de las masas hacia la derecha más bien que
hacia la izquierda durante la gran crisis económica. ¡Todas vuestras explicaciones son
incapaces de eliminar las derrotas! ¿Dónde están los hechos que desde hace ochenta años
confirman la doctrina de la revolución social en el plan de la práctica? Vuestro error fundamental
reside en negar el alma y el espíritu, en burlaros de ellos, sin comprender que
son los que lo animan todo." Es éste un tipo de argumentación al cual no sabían qué
responder los oradores marxistas. Cada vez era más evidente que su propaganda política
de masas, que se limitaba a la discusión de los procesos socioeconómicos objetivos (modo de
producción capitalista, anarquía económica, etc.) no alcanzaba más que a la pequeña
minoría de gente indisolublemente ligada a la realización de los objetivos de la democracia
natural del trabajo. Nosotros intentaremos por lo tanto partir del movimiento obrero para
explicar dónde se dan las convergencias entre los problemas que específicamente se
relacionan con la economía sexual y aquellos que, de un modo más general, se refieren a la
sociología.
Hacia los años de 1930 era frecuente en Alemania escuchar a revolucionarios honestos e
inteligentes, aunque imbuidos de una mentalidad nacionalista y metafísica, del género
de Otto Strasser, que en ciertas reuniones les hacían el reproche siguiente a los
marxistas: "Vosotros marxistas os declaráis normalmente partidarios de la doctrina de
Carlos Marx. Marx enseñaba que la teoría encuentra su confirmación en la práctica. Y, sin
embargo, todo lo que sabéis hacer es justificar las derrotas de la Internacional Obrera.
Vuestro marxismo ha fracasado. La derrota de 1914 la explicáis por la «deserción de la social
democracia», la de 1918 por su «política de traiciones» y sus ilusiones. Ahora esgrimís otros
argumentos que justifican la tendencia de las masas hacia la derecha más bien que hacia la
izquierda durante la gran crisis económica. ¡Todas vuestras explicaciones son incapaces de
eliminar las derrotas! ¿Dónde están los hechos que desde hace ochenta años confirman la
doctrina de la revolución social en el plan de la práctica? Vuestro error fundamental reside en
negar el alma y el espíritu, en burlaros de ellos, sin comprender que son los que lo
animan todo." Es éste un tipo de argumentación al cual no sabían qué responder los
oradores marxistas. Cada vez era más evidente que su propaganda política de masas, que
se limitaba a la discusión de los procesos socioeconómicos objetivos (modo de producción
capitalista, anarquía económica, etc.) no alcanzaba más que a la pequeña minoría de gente
ya ganada para la causa de la izquierda. No era suficiente con denunciar la miseria material,
el hambre, porque esto era lo que hacían todos los partidos políticos, incluso la Iglesia. De
este modo, en los momentos en que la miseria y la crisis eran más agudas, se asistía a la
victoria de la mística nacionalsocialista sobre la doctrina económica del socialismo. Se
imponía la conclusión de que la propaganda y la concepción de conjunto del socialismo
entrañaban serias lagunas que explicaban sus "errores políticos". El defecto estribaba en la
imposibilidad marxista de captar la realidad política, defecto que el materialismo dialéctico
hubiera permitido eliminar, si hubiera hecho uso de sus posibilidades digamos, para anticipar
un poco, que la política marxista no había tenido en cuenta en su práctica política la
estructura caracterológica de las masas y los efectos sociales del misticismo.
Quien haya seguido y experimentado prácticamente la teoría y la práctica del marxismo
entre 1917 y 1933 ha tenido que darse cuenta necesariamente de que aquélla estaba
limitada al estricto campo de los procesos objetivos de la economía y de la política del
Estado en sentido lato, que no observaba con atención ni captaba los llamados "factores
subjetivos" de la historia, la ideología de masas en su evolución y en sus
contradicciones. De lo que sobre todo se olvidaban era de aplicar con perseverancia su
método del materialismo dialéctico, de mantenerlo vivo, de examinar a su luz cada
fenómeno nuevo. Nadie se preocupaba de la aplicación del materialismo dialéctico a los
fenómenos históricos nuevos: el fascismo era un fenómeno que Marx y Engels
ignoraban y del que Lenin sólo había percibido las primeras manifestaciones. La
concepción reaccionaria de la realidad no se deja entorpecer por las contradicciones
ni por los hechos reales; la política reaccionaria se sirve automáticamente de todas las
fuerzas sociales que se oponen a la evolución y podrá seguir utilizándolas con éxito
mientras la ciencia no haya descubierto todos las fuerzas revolucionarias que, opuestas a las
reaccionarias, tienen que acabar con ellas necesariamente. Como más adelante expondremos,
la base de masas del fascismo, la pequeña burguesía sublevada, no solamente había
movilizado a las fuerzas regresivas, sino también a las resueltamente progresistas; nadie
se había dado cuenta de esta contradicción. El papel de la pequeña burguesía había pasado
poco menos que inadvertido casi hasta la toma del poder por Hitler.
La práctica revolucionaria se desarrolla espontáneamente en todos los campos de la
existencia humana, a condición de que sea consciente de las contradicciones que todo nuevo
proceso contiene y de que se identifique siempre con la causa de las fuerzas "progresistas",
dispuestas a avanzar. Ser radical quiere decir, según la definición del mismo Marx, "tomar las
cosas por la raíz". La victoria sobre el elemento reaccionario está asegurada si se toman
las cosas por la raíz, si se es consciente de su proceso contradictorio. Si se procede de otra
manera, se aboca ineluctablemente a las posiciones mecanicistas, economicistas y metafísicas;
dicho de otro modo, al desastre. De aquí se deduce que la crítica carece de sentido y de
alcance práctico, si no consigue mostrar hasta qué punto preciso se han ignorado las contradicciones
de la realidad social. Marx no realizó un acto revolucionario al lanzar el Manifiesto
o al indicar los objetivos revolucionarios, sino al reconocer en el proletariado industrial la
fuerza progresista de la sociedad y al esbozar un cuadro verídico de las contradicciones de la
economía capitalista. El fracaso del movimiento obrero significa que nuestro conocimiento de
las fuerzas que retardan el progreso social es muy limitado; en efecto, algunos puntos
importantes son aún completamente desconocidos.


busca el resto en la red, y canta: facho facho men, is only you can do it you facho men...
También podés corear: facho facho facho porque sos tan facho cómo sos tan facho que no podes parar? paravan para van, para van para barabaravan...

MIENTRAS USTED VE ESTE TEXTO PUEDEN ESTARSE PREPARANDO CITACIONES MÚLTIPLES A LOS VERDADEROS Y A CADA UNO DE LOS REESPONSABLES ¿O ME EQUIVOCO?YA LO SABREMOS DOLCE VIQUE, YA LO SABREMOS.

TENGA CUIDADOS DE LAS CLASES CONSERVADORAS, SUELEN CONSERVAR EL INSTINTO DE MATAR DE GUANTE BLANCO. PERO NO CREA QUE POR LAS RAYAS PINTADAS CUALQUIER CABALLO ES CEBRA, LA CEBRA SE SABE ES UNA YEGUA RALLADA.

El mal no es lo contrario, sino la carencia de bien.
Gottfried Wilhelm Leibniz
Los que más han amado al hombre le han hecho siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos los amantes.
Friedrich Wilhelm Nietzsche
Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos.
Friedrich Wilhelm Nietzsche
Todo lo racional es real; y todo lo real es racional.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Nada es; todo deviene.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
La belleza se define como la manifestación sensible de la idea.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
La historia sólo debe recoger puramente lo que es, lo que ha sido, los acontecimientos y actos.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
La mujer perfecta es un tipo humano superior al varón perfecto, pero también es un ejemplar mucho más raro.
Friedrich Wilhelm Nietzsche
Cuando emigra a Estados Unidos, en 1941, Reich es perseguido por el FBI y seguido minuciosamente por J. Edgar Hoover, director de este organismo. Podemos leer en los informes a que se tiene acceso de acuerdo con el Freedom of Information Act correspondientes a estas fechas, que se sospechaba de su “trayectoria comunista” y de su “influencia entre las mujeres doctoras”. 

-Reich enfatiza la sexualidad genital. Hay en sus escritos, según Dahmer una “fetichización de la sexualidad genital”. Llega a plantear, en su karacteranalyse desarrollado a principios de los años veinte, 10 que el “carácter genital” es el tipo ideal de la persona sana, con su sexualidad activa y su creatividad. Esto es clave también para la propuesta sexual-política que planteara Reich y para su crítica al fascismo.


MUCHAS CRÍTICAS SE HACE SOBRE LA POSICIÓN DE REICH SOBRE LA PULSIÓN DE MUERTE QUE RECHAZA POR CONSIDERARLA DEMASIADO METAFÍSICA SEGU ALGUNOS, Y MUCHOS FREUDIANOS LE CAEN A REICH CON UN HACHA COMO SI HUBIESE ÚNICA INTERPRETACIÓN. 

EL INSTITUTO REICH, PUBLICA NO OBSTANTE:
“...estoy convencido de que la sexualidad es el centro alrededor del que gira tanto la vida
social como la vida interior del individuo.”
La Función del Orgasmo – Wilhelm Reich
Con esta frase, Reich manifiesta que asume el concepto de sexualidad que
introdujo Freud en sus contribuciones sobre la sexualidad infantil, concepto
substancialmente distinto de los predominantes y mucho mas amplio, porque no se
reduce a la reproducción ni a la activación de los órganos genitales, sino que implica a la
persona en su totalidad, en su forma de expresarse y de relacionarse con el exterior y
consigo misma.
Posteriormente Reich amplía aún más el concepto freudiano, ahondando en
aspectos sociales y corporales, en las funciones energéticas, vitales. La concepción
reichiana relaciona la sexualidad con la evolución personal y con la salud psíquica,
corporal y social. La sexualidad es relación, encrucijada en que se encuentran estas tres
dimensiones básicas de lo humano. Una vida sexual satisfactoria constituye un requisito
de salud, en cuanto posibilita la expresión vital a partir del movimiento pulsátil de
expansión-contracción y del contacto e intercambio energético. La libido de la primera
teoría pulsional de Freud se conceptualiza en el pensamiento reichiano como energía
orgónica, energía vital universal. Reich integra el saber oriental milenario sobre la
sexualidad con el saber occidental actual. Desde esta elaboración formula poderosas
hipótesis e inicia vías de investigación a partir de ellas. Los interrogantes que suscita
siguen vigentes en la actualidad.
Para Reich la salud física y psíquica dependen de la potencia orgástica, definida
esta como la capacidad de entrega en el clímax de excitación sexual. La meta de la
energía vital vegetativa es la búsqueda del placer. La enfermedad sería pues el resultado
de las perturbaciones aparecidas en la capacidad natural de amar. Basándose en los
postulados de Freud sobre la economía sexual, Reich concluye que la inhibición de la
función sexual conduce a un estasis de la energía sexual. El organismo que debería ser
móvil y dinámico se convierte en algo disfuncional y estático. La condición estática de la
2
energía es lo que conocemos como “angustia”. La antítesis de la vida vegetativa se da
entre los opuestos sexualidad y angustia.
La Vegetoterapia Caracteroanalítica, desarrollada por Reich, busca restablecer la
movilidad biopsíquica, la capacidad de abandonarse al reflejo del orgasmo, a la vibración,
por medio de la flexibilización de las rigideces de la coraza caracterial y muscular,
organización defensiva psico-corporal. Todo ello se lleva a cabo a través de una
propuesta de trabajo psicoterapéutico que combina aspectos analíticos y corporales,
individuales y grupales. El Sistema Nervioso Vegetativo es la estructura fisiológica a la
que hace referencia el trabajo en la Vegetoterapia Caracteroanalítica, como punto de
unión de lo psíquico y lo físico en el animal humano, y como sistema responsable de la
regulación del fenómeno expansión-contracción, expresión de la potencialidad vital del
sujeto. La expresión emocional, vinculada con el Sistema Nervioso Vegetativo, es psicocorporal.
Desde una perspectiva reichiana la unidad de naturaleza y cultura, de trabajo y
amor, son un imposible mientras el animal humano no se permita a si mismo la
gratificación sexual orgástica. La pérdida de esta capacidad sucede a lo largo de la vida,
determinada por los condicionantes biológicos, psicológicos y sociales, que van
conformando la historia personal, de modo más determinante durante las primeras
etapas. Será precisamente el restablecimiento de esta capacidad de gratificación sexual
orgástica lo que Reich identificará como sinónimo de salud, y lo que constituye el objetivo
del trabajo psicoterapéutico de orientación reichiana.
“...Omne animal post coitum triste (Todos los animales se muestran tristes después
del acto sexual). El hombre cometió el error de atribuir su propia decepción también al
animal.”
Análisis del Carácter – Wilhelm Reich
Para Reich es el humano el animal que aparece decepcionado después del acto
sexual. Encontramos esa decepción en las formas socialmente admitidas de vivir la
sexualidad, que conllevan un empobrecimiento en la vida sexual de la mayoría de los
habitantes de occidente. En “La moral sexual cultural y la nerviosidad moderna” (1908),
Freud ya advirtió hace más de 100 años que la salud y la energía vital individuales
pueden sufrir daños por los sacrificios impuestos por esa moral, poniendo en peligro su fin
social. La solución de Freud es la sublimación, la adaptación al orden social. La
propuesta de Reich será el acceso a la satisfacción sexual y la transformación de la
sociedad hacia formas más humanas. Sublimación de la sexualidad pregenital al servicio
de la civilización humana, pero satisfacción de la sexualidad genital como requisito
indispensable para la salud psíquica, corporal y relacional.
La sexualidad hoy ha saltado masivamente al espacio público. Donde antes había
prohibiciones y tabúes, ahora encontramos la puesta en escena del deseo, del erotismo,
de una exuberante variedad de prácticas sexuales con sus estéticas correspondientes.
Domina aquí el simulacro, la representación social. Esta sexualidad que aparece en el
espacio público se convierte en modelo, en referente social, con su función educativa y
deseducativa. Se muestra la sexualidad y se habla de ella, pero muy a menudo
banalizada como algo a adquirir y consumir, y otras veces desde modelos inalcanzables.

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